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Comienza una nueva edición de los Cursos de Verano de la UNIA en un año muy especial al cumplirse el cuarenta aniversario desde que comenzaran a impartirse en la ciudad de Baeza

18 ago 2019 / 12:06 H.

Décadas de formación y apuesta por el conocimiento. La ciudad de Baeza, uno de los enclaves más importantes de la provincia cuya historia está ligada a la formación universitaria, acoge a partir de mañana los Cursos de Verano 2019. Serán en la Sede Antonio Machado de la Universidad Internacional de Andalucía (UNIA) y en esta edición se celebrarán dieciocho cursos, algo menos que en años anteriores. El rector de la UNIA, José Sánchez Maldonado, realizará el acto de apertura a mediodía en el Aula Magna del Palacio de Jabalquinto. Junto al rector intervendrán en este acto el vicerrector de Extensión Universitaria y Cursos de Verano, Manuel Acosta; la directora de la Sede Antonio Machado de Baeza, María Ángeles Peinado; la alcaldesa de Baeza, Lola Marín, y el rector de la Universidad de Jaén (UJA), Juan Gómez. Se trata de uno de los acontecimientos más importantes que acoge la ciudad en los meses estivales y que la sitúan como la cuna de grandes profesionales que acuden hasta la UNIA para aprender de prestigiosos ponentes. “Cada año intentamos superarnos y ofertar una serie de actividades docentes y culturales que favorezcan el encuentro y la convivencia entre ponentes de reconocido prestigio y estudiantes interesados en la mejora de sus conocimientos y capacidades”, manifiesta María Ángeles Peinado, a lo que añade: “Intentamos que las materias sean de interés y actualidad”.

Y parece que esa disposición es más que creciente entre los alumnos, pues son muchos los que se interesan por los cursos de verano de la UNIA, con una media de treinta estudiantes por curso. De todos los alumnos que se matriculan, las estadísticas aseguran que alrededor de un 40 por ciento proceden de la provincia de Jaén, otro 30 por ciento del resto de Andalucía, un 15 de fuera de la región y, por último, un cinco por ciento son extranjeros. Hasta llegar a conformar una oferta variada, desde la UNIA se trabaja a conciencia durante todo el año. “Desde que acaban unos cursos ya se comienza con la preparación de los siguientes e intentamos además ser muy selectivos”, asegura Peinado. Todos los años hay varios asuntos que siempre se abordan y que se agrupan en tres ejes como son el sector agroalimentario, el patrimonio histórico y el medio ambiente que copan alrededor del 25 por ciento de la formación, a los que se suman los de creatividad literaria, música, ciencias de la salud, entre otros muchos. Para este verano, una de las novedades será un curso sobre yoga que ha despertado un gran interés. Otra característica importante es la diferencia entre las primeras y últimas semanas. En el caso de agosto el alumnado suele tener un perfil más universitario y la primera semana de septiembre se dan formatos “más ligeros” donde se pretende que el protagonismo se lo lleven colectivos profesionales de diversos ámbitos.

Como es ya tradicional, la primera semana se realiza el curso de poesía, dirigido por el autor Juan Carlos Abril, que en esta ocasión aborda la poesía de Luis García Montero. Además, se han programado también los cursos bienestar animal, dirigido por Antonio Marín, de la Real Academia de Ciencias Veterinarias de Andalucía Oriental; y Métodos y técnicas instrumentales con Stata, cuya directora es Ángeles Sánchez, de la Universidad de Granada (UGR). Cerrará la semana, a partir del miércoles, el encuentro “La fiscalidad del olivar ante los problemas de la empresa agrícola actual”, dirigido por Carlos María López Espadafor, de la Universidad de Jaén. Otro de los cursos que se desarrollan en la UNIA desde hace casi una década es el de “Cata de aceites”, dirigido por Marino Uceda que también es uno de los profesores que lo imparten. “Se trata de un curso de iniciación a la cata que intenta realizar una introducción a la cultura del análisis sensorial. Para ello se divide en tres elementos claves: una parte teórica, una segunda sección de acercamiento a los aceites de oliva y sus características y, por último y muy importante, observar los factores que influyen en esas características sensoriales”, relata Uceda. Por último, también aportan un toque sobre la comercialización de aceite de oliva. En definitiva, lo que se intenta es que los alumnos sean conscientes de que el aceite es un “producto sensacional”. Asimismo, Uceda reconoce que aunque cada vez son más los interesados, “sigue existiendo falta de cultura en relación con el aceite de oliva y esa es la principal barrera a combatir, para ello, los cursos de la UNIA desempeñan un papel esencial para que la sociedad se interese y se propague la formación”. De forma paralela, durante los cursos de verano se desarrollará el programa “Cultura abierta”. “Las actividades docentes duran todo el día y por la noche se complementan con veladas literarias, actuaciones de jazz, visitas guiadas a la Baeza nocturna, teatro, circo, entre otras, que se pueden consultar en la página oficial de la UNIA y que siempre intentamos que sean variadas y de vanguardia”, comenta Peinado. A partir de mañana por la noche la programación ofrecerá una velada literaria con el poeta Luis García Montero y el concierto de jazz de Ronald Baker Quintet, en el Teatro Montemar. El martes está programada la tradicional visita guiada nocturna a Baeza para profesores y alumnos de los cursos y una velada literaria de poesía contemporánea con los poetas Luis Bagué Quílez, Trinidad Gan y Juan José Téllez, aunque habrá muchas más.

Sin embargo, no hay que olvidar que esta oferta académica cuenta con cuatro décadas de historia que comenzaron en 1979. Las crónicas de los diarios se hacían eco de la primera edición que comenzó con el curso sobre Renacimiento español que contó además con una jornada de homenaje a Antonio Machado. Paralelamente, se desarrollaron múltiples excursiones a lugares de la provincia. “Por entonces los cursos pertenecían a la Universidad de Granada y eran algo diferentes, iban destinados especialmente a alumnos de Granada y Jaén”, asegura el jefe de Servicio de Ordenación Académica, Vicente Gallego. No sería hasta principios de los 90 cuando se crea la Universidad Internacional de Andalucía y en 1994 la organización de los cursos pasa a depender de la UNIA, cambiando también de lugar. “Hasta el año 2001 la oferta se alargaba durante un mes y eran cursos muy demandados y numerosos. Desde ese año ocurre un fenómeno, las universidades públicas comienzan a ofertar una programación ambiciosa de cursos de verano y se produce un exceso de oferta hasta 2006, que llegaron a ser casi 400, algo poco sostenible. Cuando llega la crisis, una gran parte de las universidades restringen la oferta y es ahí donde la UNIA vuelve a tomar fuerza. En el caso concreto de Baeza mantenemos los cursos con una afluencia importante”, declara Gallego. Cuando se echa la vista atrás también se denota una evolución en el público asistente. “Eran alumnos muy jóvenes, cuando se crea la Universidad Internacional de Andalucía la media de edad aumenta porque en este centro no se imparte formación de grado por lo que esa edad ha pasado a ser ahora de alrededor de los 30 años, lo que nos obliga a reorientar parte del contenido”, dice, a lo que añade: “Otro factor a destacar es que en la UNIA de Baeza nunca se ha priorizado la oferta de cursos para poder convalidar créditos algo que también no ha ayudado a mantener al alumnado, en nuestra ciudad se busca desde sus inicios aprender de un área muy concreta a través de un reconocido experto y disfrutar de las actividades culturales que se ofertan en una ciudad sumamente especial”.

“Es una forma de estar actualizado”
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“Hace muchos años que comencé a ser alumno de los cursos de la UNIA. Cuando acabé la carrera, soy agrónomo, quise complementar mi formación y desde entonces participo en los cursos cada año”, relata Juan Molina, Juan Molina, gerente de Aceites Espíritu Santo de Úbeda, que asegura: “La UNIA ha sido un promotor clave de la formación complementaria a la formación superior”. Asimismo, Molina no es solo alumno, también ha participado como profesor en algunos cursos, tales como los de agricultura ecológica o de cata, aunque no deja de ser un alumno en cuando surge una nueva formación que considera beneficiosa para sumar conocimientos. Por otra parte, Molina mantiene que los cursos de la UNIA van un paso más allá y sirven como “punto de encuentro del sector agrícola en su caso”. “A lo largo de los años yo he notado un creciente interés por este tipo de cursos que yo recomiendo totalmente porque son una gran experiencia”, sentencia Molina.