Una explosión de risas y juegos para los más pequeños de Jaén
El Día de la Infancia regala más diversión a precios más bajos en las atracciones
FOTOGALERÍA
El día más esperado para los pequeños de la casa llegó. Con más ilusión que en el resto de las fiestas, ansían el momento en el que se el sol se va poniendo, porque eso significa que la diversión está por llegar. Los nervios les inunda mientras bajan la característica cuesta del recinto ferial “Alcalde Alfonso Sánchez Herrera”. Mientras se aproximan, divisan la intensidad de las luces y en su cabeza piensan en qué atracción se montarán primero. ¿Los coches de choque, el tren de la bruja, el canguro o las colchonetas? Son tantas las opciones...
A pesar de que desde el pasado 6 de junio el enclave ya albergue todas estas opciones lúdicas, ayer se celebró el tradicional Día de la Infancia, por lo que todas las atracciones contaron con un precio menor. Esta jornada lúdica se enmarca en la feria en honor de la Virgen de la Capilla, patrona de Jaén. Por lo que esto supuso casi el doble de oportunidades para que los pequeños se montaran.
Las familias tuvieron que esperar al final de la tarde para acercarse hasta el recinto ferial a causa de las elevadas temperaturas que sacuden a gran parte del país desde hace algunos días. A medida que la noche entraba en escena, mayor era el número de padres, madres, abuelos, tíos y niños que se acercaban hasta este fantástico lugar.
Mientras los niños y niñas corretean de una atracción a otra, los progenitores les seguían a la espera de que decidieran por fin cual iba a ser la siguiente parada. Los puestos de refrescos, chucherías y algodón de azúcar recibieron muchos visitantes a medida que avanzaba la jornada. Y es que la euforia y el calor dieron paso a la sed. Por otro lado, cabe destacar que durante dos horas, el recinto ferial se quedo sin música, una iniciativa que cada vez se añade más a la programación festiva de los municipios.
En definitiva, un año más, las familias volvieron a disfrutar de una tarde muy especial en la que las carcajadas resonaban por todo el recinto ferial y, por un momento, los mayores volvieron a sentirse como niños.
