Una cuenta abierta por estafadores le sale cara al banco: deberá indemnizar a la víctima
El Juzgado de Primera Instancia número 5 de Jaén sentencia a la entidad por no poner medios identificativos suficientes a sus nuevos clientes

Un jiennense que fue víctima de una estafa al comprar un coche por internet consigue que el banco en el que el timador abrió la cuenta a la que él realizó la transferencia lo indemnice con más de 11.900 euros al apreciar “falta de diligencia” de la entidad bancaria.
Esa “falta de diligencia” a la que alude la sentencia del Juzgado de Primera Instancia número 5 de Jaén se refiere a que el banco no pidió más comprobación que la fotografía de un DNI. Los estafadores abrieron la cuenta con la identidad de una tercera persona ajena a la trama. Un hecho que, además, imposibilitó que las autoridades dieran con los presuntos autores.
El abogado Alberto Ángel Gigante es el responsable del despacho que ha defendido la causa en los juzgados. “La sentencia es pionera porque acredita que hay bancos que no ponen los medios suficientes a la hora de crear cuentas, lo que favorece los fraudes por internet, y deben responder por ello”, asegura el representante de Gigante Abogados, que considera que la sentencia, que no crea jurisprudencia, “da los argumentos para defender este tipo de situaciones en los tribunales”.
Los hechos. El relato comienza en noviembre de 2023, cuando el demandante empezó la búsqueda de un modelo determinado de coche que quería adquirir. En una conocida página web de compraventa de vehículos, encontró el que buscaba, que se anunciaba por un importe de 37.720 euros, por lo que solicitó información sobre el mismo.
Recibió un correo electrónico de la empresa donde le pedían que se pusiera en contacto con un trabajador de la misma para formalizar el trato. Esta persona le envía un enlace por WhatsApp en el que el comprador debía clicar el automóvil que quisiera. Tras hacer el pedido, el supuesto empleado le dice que debe abonar la cantidad de 18.500 euros y le facilita un número de cuenta del que supuestamente era titular la empresa que anunciaba el vehículo.
El demandante realiza la transferencia, pero una vez realizado el pago, el trabajador con el que estaba en contacto le indica que hasta que no pague el precio total no se le enviará el vehículo. Le dice, además, que el coche está en Alemania, le aporta la documentación y el contrato de compraventa.
En ese momento es cuando el comprador se da cuenta de que es una estafa, por lo que solicita a su entidad una orden de retrocesión de la cantidad transferida, pero no llega a recuperar su totalidad.
Interpuesta la denuncia, la Policía Nacional determina que el sistema de verificación del banco en el que operan los presuntos delincuentes presenta debilidades.