Un robo de película en Jaén que acaba con final feliz para la víctima

Un hombre le da un “tirón” al bolso de una señora y un joven lo persigue con su moto hasta conseguir el botín

26 mar 2020 / 16:31 H.
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Que no escape. Eran las dos de la tarde cuando en la calle Maestro Cebrián de la capital, justo en la esquina con la calle Luna, se escuchó un grito de una señora que pedía auxilio. Momentos después un ladrón salía disparado con un bolso, pero no estaba solo, tras él, en su moto, un joven había decidido que no se cometería una injusticia y que el bolso se quedaba en el lugar del que nunca debió salir. Juan José Marco, de 37 años y residente en el barrio, no se lo pensó dos veces.

Tras varios intentos fallidos en los que intentó atrapar al ladrón sin éxito, un chico de no más de treinta años, finalmente consiguió darle caza, a lo que este reaccionó soltando su botín, aunque consiguió zafarse del que se ha convertido en el héroe del vecindario, muy a su pesar. “No hice nada que no hubiera hecho otra persona, ayudar a quien lo necesitaba en ese momento, por lo que no creo que merezca ningún reconocimiento, actué por impulso y tengo claro que lo volvería a repetir”, manifiesta. Además, en un principio salió corriendo detrás, pero rápidamente reaccionó y decidió coger su moto, aparcada en las inmediaciones.

Sin embargo, no piensa lo mismo Josefa Salcedo, la víctima: “Estoy muy agradecida, se portó muy bien conmigo y eso que todo fue en cuestión de segundos, me atracaron, pero gracias a ello he ganado un amigo”. Ella cuenta que notó el tirón y que consiguió mantenerse en pie al mismo tiempo que gritaba “con todas sus fuerzas” por si alguien la ayudaba. “Al principio lo di por perdido pues la verdad es que con el estado de alarma apenas había gente en la calle, yo había bajado un momento”, confiesa. No recuerda nada más, pues, lo siguiente, fue una llamada telefónica de una amiga para comunicarle que tenía el bolso. “Juanjo le dio el bolso a una amiga mía para que me lo devolviera, aunque después hemos estado en contacto”, añade. También confiesa que intentó poner una denuncia, pero que los agentes le explicaron la imposibilidad de hacerlo, “al tener consigo los objetos robados, pues ya no había nada que buscar”.

Igual de impresionadas se encuentran las vecinas de la zona que lo observaron todo desde sus balcones. En el caso de Ana María Martínez, empleada de un estanco en esa calle, se encontraba atendiendo a un cliente en el momento de los hechos. “Fue todo muy rápido, parecía que estuviera en una película”, comenta. Desde entonces no se habla de otra cosa entre los pocos encuentros vecinales que se producen estos días y, aunque el héroe prefiere no llamarse así, se ha ganado el cariño de todos.

Jaén