Nostalgia y pasión por los vinilos

La cuadragésimo tercera edición de la feria de Jaén registra una notable asistencia

02 sep 2025 / 06:00 H.
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Más de 50 años lleva Bartolomé Jaén Ariza coleccionando discos de música. Lo que comenzó como un hobby, se convirtió en pasión en cuestión de pocos vinilos. Conoció a más gente que compartía su misma obsesión por la música, por lo que decidieron formar la Asociación “Amigos del Disco”, en la década de los 80. El nombre lo tomó prestado de su comercio, el cual ha regentado con orgullo, abasteciendo a las ávidas mentes sedientas de variopintos géneros musicales. Compuesta por aficionados de toda la geografía andaluza, recorrieron España mostrando sus colecciones e intercambiando formatos con otros “locos”. Cargaban sus petates con las más impresionantes colecciones y los más famosos artistas. Hasta que todo cambió por “el bicho”.

Como para muchos, la pandemia de covid-19 quebró el rumbo de la asociación, reduciéndose en la actualidad al último bastión: Jaén. “En la década de los 90, yo recogía vinilos junto a los contenedores, porque la gente los tiraba buscando discos compactos”, reflexiona Jaén cuando se le pregunta si el vinilo está otra vez de moda. Continúa su relato reconociendo que donde antes se reunían miles de apasionados, hoy tan solo quedan pequeños reductos de nostálgicos y nuevos amantes del vinilo, porque así lo reconoce: “Sigo adelante con estas ferias porque me pica el gusanillo, después de tantos años aquí estoy en mi órbita. Conozco mucha gente enamorada del vinilo y los discos de estas concentraciones y me da mucha alegría que la gente joven se esté interesando otra vez por la auténtica música”, asegura. Para él, la “la auténtica música” es la que sonaba en los tocadiscos durante las últimas décadas del siglo pasado. Reconoce que el rock y el pop conforman sus grandes muestras, mientras entre pregunta y pregunta, lo interpelan aficionados que encuentran lo que venían buscando. “Hace mucho tiempo que vengo buscando este vinilo, y por fin lo he encontrado”, comenta un visitante, con los ojos llenos de ilusión por dar con el objetivo de su indagación.

The Doors fue la adquisición, lo que dio pie a otra confesión entre vinilos: “Los grupos de rock y heavy metal son los que mejor suenan por antonomasia, aunque hay muchos aficionados que vienen buscando pop, copla, música clásica, recopilatorios...”, asegura. Jaén no renuncia a sus convicciones, pues comenta con sus clientes que los medios y los instrumentos de las décadas de los 60, 70 y 80 hacían posible el alumbramiento de piezas musicales compuestas para esos formatos, algo que caracteriza la escucha activa. “Es como un ritual, es cierto que ahora todo está en internet, pero escuchar música en un vinilo tiene una parte mística: cogías tu vinilo, lo pinchabas, le ponías la aguja y mientras te sentabas en tu sillón a prestar atención a lo que estabas escuchando, leías la carátula y podías comprobar los atuendos que se vestían, la discográfica y otra información”, se sinceró bajo un halo nostálgico. La afluencia, aunque a cuentagotas, no aminoró, conscientes de que la música nunca desaparece, al igual que sus enamorados, que ya cuentan los días para volver a escudriñar sus cajones de vinilos.

Ramón García Domínguez afirma que lleva escuchando música en vinilo desde principios de año, y la verdad es que “se nota algo de diferencia con otros formatos”. Por otro lado, Laura Lendínez Aranda cuenta que sus padres tienen un tocadiscos y ha escuchado música de pequeña, pero es cierto que, “de momento, escucha más en streaming”. “Tengo discos de cuando éramos más jóvenes, tanto yo como mi marido, y como nos gustan todos los estilos en casa hay de todo”, dice María del Carmen Aranda Cantarero. Asimismo, Capilla Moreno del Moral resalta que siempre ha escuchado mucha música en vinilo. “The Beatles, The Rolling Stones, The Who... Yo he escuchado de todo en vinilo y veo que la gente joven se está interesando”, apostilla Diego Rico Cruz.

Promusicae, la Asociación de Productores de Música en España, hizo público su último informe sobre el “Mercado de la Música Grabada en España en 2024”, en febrero de este mismo año, arrojando datos significativos de cómo está respirando la industria a nivel nacional. El zoco patrio, como era de esperar, sigue la tendencia mundial, repartiendo sus dividendos entre mercado digital y mercado físico. El primero computó un total de 454.541.000 millones de euros, lo que supone un aumento del 12,64% en comparación con 2023. Para las ventas físicas, la cuota desciende los 53.842.000 millones, resintiéndose las transacciones en más de 13 puntos porcentuales. Ninguna de las subdivisiones de los productos del mercado físico pudo frenar este descenso, tras años sosteniendo el pulso.

Los LP de vinilo —LP hace referencia a los vocablos ingleses “Long Play”—, fueron el gran caballo de batalla de los productos musicales físicos, suponiendo más del 50 por ciento de las ventas, con cerca de 34.000.000 millones de euros. Estos números marcan casi 4 puntos menos que hace un año. Pese al retroceso, el mercado del vinilo resurgió de sus cenizas hace poco más de una década. En el año 2013, cuando el mundo comenzaba a vislumbrar cuál sería el futuro de la música, las ventas de vinilo alcanzaron las 140.000 unidades. El ascenso fue paulatino hasta 2018, marcando la primera pica en 764.000 vinilos vendidos. El “boom” llegó un año después, cuando el mercado de este formato superó el millón de unidades comercializadas con creces: 1.338.000. La pandemia frenó la expansión de la remozada moda, siendo sin embargo las cifras ascendentes durante los cursos 2021, 2022 y 2023, que se saldaron con más de 1,6; 1,7; y 1,8 millones de copias vendidas.

Jaén