Nicolás Ruiz tacha de “erróneos” los argumentos de ACCUA para rechazar Ingeniería Biomédica
El rector de la UJA explica que el dictamen de este segundo informe supone un “atropello” que profundiza “aún más en un auténtico despropósito”

El rector de la Universidad de Jaén, Nicolás Ruiz, “ha refutado y desmontado, uno a uno, los reparos” de la Junta de Andalucía a la implantación del Grado de Ingeniería Biomédica, tras recibir el pasado mes de julio el segundo informe desfavorable de la Agencia para la Calidad Científica y Universitaria de Andalucía (ACCUA), que impide su implantación este curso en las Universidades de Jaén y Granada. Ruiz, que ha estado acompañado en su comparecencia por la vicerrectora de Enseñanzas Oficiales, Hikmate Abriouel, y por el director de la Escuela Politécnica Superior de Linares, Manuel Valverde, ha iniciado su comparecencia ante los medios de comunicación explicando que el dictamen de ese segundo informe supone “un atropello que, más que corregir una situación a todas luces injusta, profundiza aún más en un auténtico despropósito”.
El rector de la UJA considera que, como ha quedado de manifiesto a lo largo de todo este procedimiento, “llaman poderosamente la atención” las formas que ha demostrado la Agencia Andaluza para la Calidad (ACCUA), dependiente orgánicamente de la Consejería de Universidad, Investigación e Innovación y dirigida en funciones por el secretario General de Universidades, “especialmente en la gestión de los plazos, con una tardanza injustificada e injustificable a la hora de emitir sus informes. “Esta situación vulnera cualquier principio de buena fe procedimental y de una planificación mínima”, considera Nicolás Ruiz. En este sentido, y en relación a los plazos, ha recordado que el primer informe desfavorable llegó el 25 de junio, cuando ya había finalizado el periodo de prescripción y a pocos días de comenzar el período de matriculación, “sin dejarnos margen de maniobra para reconducir la situación” antes de la presentación de una reclamación ante el Consejo de Universidades, órgano dependiente del Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades”.
Lo mismo considera que puede decirse del segundo informe desfavorable, del que ha explicado que tanto la UJA como la UGR se enteraron del mismo el 31 de julio por la tarde, a través de los medios de comunicación por una nota de prensa elaborada por la Secretaría General de Universidades y de un whatsapp previo remitido por el secretario General de Universidades, agotando el plazo autoimpuesto por el gobierno andaluz. “¿Qué se pretendía con esa estrategia de distracción, comunicando la decisión horas antes del período vacacional en las universidades?”, se ha preguntado el Rector.
Sobre las cuestiones de fondo, Nicolás Ruiz considera que los argumentos de ACCUA para informar de forma negativa la implantación del Grado en Ingeniería Biomédica “son claramente erróneos”, lo que demuestra, cuando menos, “un análisis poco exhaustivo de la reclamación presentada”. Por este motivo, considera que “parece claro que la comisión de reclamaciones de ACCUA no ha entendido la estructura del título propuesto y su mención dual, posiblemente por el escaso tiempo que dispuso para analizar en profundidad la memoria del plan de estudios y la reclamación presentada”.
En este sentido, ha afirmado que un análisis pormenorizado del dictamen de ACCUA revela la ausencia de un sustento académico y jurídico sólido. “Lejos de constituir una evaluación objetiva y rigurosa, las argumentaciones esgrimidas por ACCUA parecen responder a la necesidad de justificar una decisión preconcebida. Esta percepción proyecta una sombra de duda sobre el proceso evaluador y compromete la legitimidad de la decisión adoptada”, ha declarado Nicolás Ruiz, que ha asegurado que le cuesta concebir que catedráticos de prestigio, en el ejercicio de sus funciones como evaluadores, hayan podido desestimar los contundentes argumentos académicos y normativos presentados por las Universidades de Granada y Jaén en su reclamación. “La desconsideración de la sólida fundamentación aportada por las instituciones proponentes genera una perplejidad intelectual, que invita a la reflexión sobre la existencia de factores ajenos a los estrictos criterios de calidad, viabilidad e impacto social que, por definición, deberían regir este tipo de procesos”, ha declarado el Rector, que asimismo, entiende “el malestar y la turbación” de la sociedad jienense, en relación a un asunto con “un fuerte componente social, porque quiebra la igualdad de oportunidades en el acceso a la educación universitaria”.
En este sentido, ha recordado un dato a su juicio importante en relación a que, desde la integración de las universidades españolas en el Espacio Europeo de Educación Superior en 2010, las Universidades de Jaén y Granada han puesto en marcha más de 200 titulaciones de grado, máster y doctorado. “En todos los casos, los informes de verificación emitidos por las sucesivas agencias andaluzas para la calidad han sido positivos. Por lo tanto, lo que ha ocurrido con el Grado en Ingeniería Biomédica es un hecho sin precedentes, que daña la imagen y reputación de dos universidades de indudable prestigio internacional, pone en cuestión la profesionalidad y el desempeño de excelentes profesionales de ambas universidades y, lo que es más difícil de digerir, obliga a las familias andaluzas a desembolsar casi 40.000 euros para que sus hijos/as puedan cursar en Andalucía estos estudios estratégicos, con una gran demanda social y una inserción laboral TOP”, ha declarado el Rector.
Asimismo, Nicolás Ruiz se ha contestado a las inconsistencias y debilidades de los argumentos de ACCUA para rechazar la reclamación presentada ante el Consejo de Universidades, cuya justificación del “No” se sustenta en cuatro objeciones principales.
En primer lugar, sobre los convenios firmados para la realización de las prácticas en la mención DUAL de los que se dice que no incluyen a la UJA como parte firmante, Nicolás Ruiz explica que esta objeción se trata de un craso error por parte de ACCUA porque, como viene recogido en la memoria del título, la formación Dual se impartiría íntegramente en la Universidad de Granada, durante el 4º curso, por lo que es esta universidad, la UGR, la responsable de formalizar los convenios necesarios y también de garantizar la coordinación con las entidades colaboradoras y la supervisión de los estudiantes que opten por esta modalidad de formación. “Por ello, no es exigible que en los convenios formalizados para la formación dual figure la UJA como parte firmante”, ha explicado el Rector. En relación a este punto, ha señalado además un aspecto “tan llamativo como inquietante”. “Tanto en el informe provisional como en el informe final del proceso de verificación, no se hizo referencia alguna a la exigencia de que la UJA tuviera que ser parte firmante de los convenios para la formación DUAL. ¿Por qué se plantea esta exigencia en la contestación a la reclamación y no en las fases anteriores? La inclusión de esta exigencia “con el partido concluido” genera desconfianza, tanto en el procedimiento como en la decisión”, considera el Rector.
La segunda objeción que plantea la comisión de reclamaciones de ACCUA hace referencia a la obligatoriedad de las prácticas externas curriculares, indicando que no se ha solventado una “carencia estructural y esencial”. “Queremos dejar claro que la exigencia de que todas las prácticas externas curriculares deben ser obligatorias carece de fundamento según la normativa vigente e induce a cuestionar la validez de la decisión adoptada. No existe ninguna Orden, Decreto, Real Decreto, Ley, etc. que establezca que las prácticas curriculares en el Grado en Ingeniería Biomédica, o en cualquier otro, han de ser necesariamente obligatorias, salvo, obviamente, en la mención dual. De hecho, actualmente se imparten en España, tanto en universidades públicas como privadas, numerosos títulos que incluyen las prácticas externas curriculares como asignatura optativa. Y, en todos los casos, los informes de verificación fueron favorables. ¿Por qué se cuestiona este criterio que, hasta la fecha, no había sido discutido? Nos encontramos con un nuevo reparo, sin precedentes, que genera mayor desconfianza aún”, apunta el Rector.
La tercera objeción que incluye ACCUA en la respuesta a la reclamación presentada se refiere a la oferta de plazas para la formación dual, indicando que “no se incluye una estimación clara y detallada del número de plazas disponibles para la mención dual”. Nicolás Ruiz ha explicado que esta exigencia contraviene lo dispuesto en el ‘Protocolo de Evaluación para la Inclusión de la Mención Dual’, establecido por la Red Española de Agencias de Calidad Universitaria (REACU) y, lo que es más grave, contraviene las disposiciones de la PROPIA agencia andaluza ACCUA, conforme a su ‘Guía de Apoyo para la Elaboración de la Memoria de Verificación de Títulos Universitarios Oficiales’. Es importante señalar que según la normativa para el desarrollo de la Mención Dual en titulaciones oficiales de la UGR, regulación totalmente alineada con la autonómica y la estatal, la oferta de plazas para la formación dual se concretará cada curso académico, en función del número de estudiantes que deseen optar por esta modalidad formativa, así como de los recursos materiales y humanos disponibles, tanto en la universidad como en las entidades colaboradoras, al objeto de garantizar una formación de calidad adaptada a las exigencias del mercado laboral. “Por tanto, quiero dejar meridianamente claro que la propuesta de oferta de plazas para la formación dual incluida en la memoria del título no es, en modo alguno, una deficiencia o una carencia, sino que se ajusta perfectamente a la normativa vigente, siguiendo el procedimiento estándar utilizado por las universidades españolas”, ha expuesto Nicolás Ruiz.
El cuarto y último reparo de ACCUA está referido a la no inclusión del perfil del personal profesional de las entidades participantes en la formación dual. Al respecto, el Rector ha indicado que esta “carencia” apuntada por ACCUA “no tiene sustento alguno”. “De hecho —ha asegurado— en la reclamación presentada se indica, de forma expresa, que el profesorado tutor de las entidades colaboradoras tendrá una titulación de nivel igual o superior a la titulación en la que vaya a impartir docencia (en este caso, nivel MECES 3) y una experiencia laboral mínima de 5 años en el ámbito profesional donde vaya a impartir la docencia, conforme a lo dispuesto en la Guía para Verificación de Títulos Universitarios Oficiales. Queda, por tanto, demostrado que si incluimos ese perfil, por lo que vuelve ser una objeción errónea y sin base”.
Por último, el Rector de la Universidad de Jaén ha realizado dos consideraciones importantes dirigidas a las dos administraciones públicas implicadas en este procedimiento, a las que ha pedido “colaboración y amparo”.
En primer lugar, se ha referido a la Junta de Andalucía, afirmando que la administración andaluza, al informar desfavorablemente la implantación de “una titulación de vanguardia en modalidad dual”, como es el Grado en Ingeniería Biomédica, “parece enviar un mensaje contradictorio sobre su estrategia en este ámbito”. “Quizás su apuesta estratégica se limita a la retórica, dejando que sean otras comunidades autónomas las que, con decisiones más audaces, lideren un modelo educativo verdaderamente conectado con las necesidades del mercado laboral”, ha apuntado Nicolás Ruiz, que considera que, en este contexto, se llega a la conclusión de que “la estrategia de la Junta de Andalucía, en materia de formación dual universitaria es, en la práctica, un ejercicio de contención, que no llegamos a entender, y paradójicamente, un freno a la innovación y la empleabilidad de los jóvenes”.
En segundo lugar, se ha referido al Consejo de Universidades, instrumento dependiente del Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades, en este momento como órgano responsable de la ordenación y coordinación del sistema universitario español que tiene la última palabra sobre la implantación del título, “responsabilidad que obviamente no puede eludir y que no debería despachar con un simple trámite administrativo”.
“La situación actual nos obliga a preguntarnos qué actuaciones ha acometido, o tiene previsto acometer, el Consejo de Universidades, en relación a la reclamación presentada para la implantación del Grado en Ingeniería Biomédica. Por ello, y a la vista de las claras deficiencias señaladas, esperamos que aporte soluciones y resuelva satisfactoriamente este asunto, con un profundo calado social, en base a argumentos de política universitaria”, ha asegurado el Rector, que considera que la sociedad andaluza, en particular, y la española, en general, “observan con atención si el Consejo de Universidades y, por tanto, el Ministerio de Universidades están a la altura de las circunstancias, atendiendo las observaciones de la Comisión de Reclamaciones del propio Consejo de Universidades, o si, por el contrario, se dejan arrastrar por la opción más rentable políticamente o, incluso, por la más cómoda, poniéndose de perfil y dando carpetazo al asunto”.