Miguel Ángel Maldonado: “Mi mandato va a ser una continuación”
El delegado especial para el Comité Provincial de Cruz Roja en Jaén habla de los retos futuros de la organización humanitaria, que ha atendido a más de 30.000 personas en 2024
LA ENTREVISTA
El 2024 fue un gran año para Cruz Roja, con más de 30.000 personas atendidas en la provincia. Miguel Ángel Maldonado se enorgullece de esa labor, pero advierte que no acaba ahí. La asunción de las labores de presidencia de la organización en Jaén, lo hacen aunar fuerzas para proseguir con el mandato heredado de su predecesor en el cargo.
—En primer lugar, enhorabuena por su reciente nombramiento, ¿Cómo se maneja una responsabilidad así?
—Muchas gracias, es cierto que es mucha responsabilidad, pero se lleva con mucho honor, porque la labor que hace Cruz Roja en la provincia de Jaén, a nivel nacional y a nivel mundial, es muy importante. Yo soy la cabeza visible de una organización humanitaria que en Jaén ha atendido a más de 30.000 personas en 2024. Ello se pudo hacer por nuestra base social, que es una de las grandes fortalezas de Cruz Roja, compuesta por 2.668 personas voluntarias, más de 13.500 socios y 160 empresas que también participan como socios, distribuidos todos ellos en 10 asambleas. Toda esta estructura se apoya en 130 profesionales.
—¿Cómo fue el nombramiento?
—Pues el mandato de la Asamblea General para Jerónimo Vera, terminaba en noviembre de 2027, o sea, que estamos a mitad de él. ¿Qué pasa entonces? Rosario García, presidenta autonómica de Cruz Roja, va a ser nombrada próximamente, como defensora del pueblo andaluz y Jerónimo Vera ha ocupado su lugar al frente del Comité autonómico. La forma de transcurrir hasta las elecciones es nombrando un Delegado Especial con atribuciones de presidente, puesto que acabo de ocupar.
—¿Se puede esperar que su etapa al frente de Cruz Roja Jaén sea continuista con la de su predecesor, Jerónimo Vera?
—Justamente. Es una etapa de dar continuidad y mantener las principales líneas de trabajo que se inició en Cruz Roja Jaén con Jerónimo Vera y conmigo, puesto que yo fui su vicepresidente en su momento. Por lo tanto, tenemos que mantener los mismos compromisos, el área de conocimientos para dar respuestas a las personas más vulnerables en la provincia, todo ello de la mano de una de nuestras fortalezas, nuestra base social.
—¿Sobre qué líneas maestras se va a mover su organización?
—Vamos a trabajar siempre por las personas desde las distintas áreas de conocimiento. Hay situaciones que son agudas y crónicas, que ponen en peligro su vida, y lo que nosotros vamos a hacer es priorizar siempre a los más vulnerables. Atacaremos las desventajas y barreras de acceso al mercado laboral, apoyaremos la gestión de la salud y de los hábitos saludables y actuaremos también en el medioambiente. Resumiendo, las personas, en la Cruz Roja, están en el centro de nuestra intervención y a través de los proyectos que nosotros intentamos sacar adelante, con ayuda de administraciones públicas y entidades privadas, buscamos mejorar la vida de las personas.
—Su relación con Cruz Roja comenzó en 2015, ¿cómo empezó aquella andadura?
—Soy socio de Cruz Roja desde hace mucho tiempo, porque soy una persona convencida de las personas que ayudan a las personas. Pero mi primera relación fue esa, simplemente de socio, no me impliqué. Con la llegada de Vera a la presidencia, se me presentó, gracias a él, la oportunidad de acompañarlo como vicepresidente. Esto me permitió conocer un poco a la organización desde dentro, y me la verdad es que fue todo un descubrimiento, hasta tal punto que puedo decir que me he vuelto adicto a la Cruz Roja. Es tan gratificante la labor que se hace, son tan agradecidas las personas destinatarias de nuestra ayuda, que hago lo que hago casi por egoísmo. Yo me siento muy bien porque la gente me hace sentir muy bien. Por eso tengo el compromiso de finalizar todos los mandatos que inicié con Jerónimo Vera.
—Con su formación, resulta curioso que se dedique tan plenamente a Cruz Roja, ¿no cree?
—No te creas, nuestra base de voluntarios es muy diversa, por eso en Cruz Roja puedes encontrar gente de campos laborales muy variopintos. Hay personas de todo tipo y condición, y eso es algo de mucho valor.
—¿Qué es lo que más valora de la dedicación de esa base que tiene su organización?
—Fíjate, yo valoro mucho que la gente ponga dinero para determinadas causas, pero valoro aún más que dedique su tiempo, porque el tiempo no vuelve. Si tú dedicas una hora de tu tiempo a estar con una persona mayor, esa hora no te vuelve, y creo que no se puede ser más generoso.
—Con estos mimbres, ¿qué se puede esperar de este tiempo suyo al frente de Cruz Roja?
—Los retos que tenemos por delante son muchos, entre ellos están la promoción de la igualdad de oportunidades, la lucha contra la discriminación, el cambio climático... estos pueden ser los retos fundamentales. Pero hay que tener en cuenta que nosotros trabajamos todos los colectivos de vulnerabilidad: personas mayores con soledad no deseada, personas desempleadas, refugiados, migrantes, mujeres víctimas de violencia de género, infancia, juventud y personas con problemas de salud. Ellos están en el centro de nuestra labor, pero no solamente ellos. Cruz Roja ha evolucionado con la sociedad en sus más de 160 años de vida, y nos hemos dado cuenta de que el Área de Emergencias y Socorro es muy importante. Solo hay que recordar la dana de Valencia y el fatídico día del apagón, donde tuvimos también un papel muy importante. Y el tercer palo que vamos a agitar es en materia de información y sensibilización de la salud, el medioambiente y la educación en valores.
—Es complicado marcar prioridades con una panorama de tanta necesidad, pero si hubiese que marcarlas, ¿cuáles son para Miguel Ángel Maldonado?
—Una de las características que me llamó la atención cuando entré en Cruz Roja fue el enfoque que se le da a las necesidades de las personas que atendemos. Con la experiencia que dan los años, nosotros lo que hacemos es una especie de triaje. Quizá con un ejemplo se entienda mejor esta idea: cuando viene una persona pidiendo el pago de un recibo, sabemos que lo tenemos que hacer, porque es su necesidad, pero además, invertimos en esa persona un poco más de tiempo para conocer el porqué de las necesidades que nos plantean. La alta tasa de desempleo y la coyuntura cambiante, da la posibilidad de que se cronifique la pobreza, y como organización auxiliar de los poderes públicos, trabajamos mucho el empleo. Creemos que un trabajo digno y satisfactorio puede solventar muchos problemas de necesidad y de vulnerabilidad. Además, habría que añadir las desigualdades, la violencia de género, la soledad no deseada y la España despoblada. Este último es un proyecto nuevo en el que estamos trabajando.
—¿En qué situación se encuentra ahora mismo Cruz Roja en la provincia de Jaén?
—Es un buen momento, porque actualmente, con las cifras cerradas de 2024, podemos decir que se han hecho más de 134.000 intervenciones. Pero lo que más valoramos es el compromiso de la sociedad jiennense, que entendemos indispensable para seguir generando confianza en ellos. La confianza es un intangible muy fácil de perder y muy difícil de ganar. Para no perderla lo que hacemos es apostar por la transparencia y la trazabilidad.
—¿Qué deseo tiene usted para lo que resta de mandato?
—Me gustaría que la Cruz Roja no existiese. ¿Por qué? Porque podríamos decir que no habría problemas que resolver entre las propias personas. Todo el mundo viviría con dignidad. Pero no solo nuestra organización, también cualquier entidad que se dedique a la ayuda entre personas, ya sea en el ámbito que sea. Ese es mi deseo para este mandato.