Los gimnasios se preparan para reabrir “lo antes posible”

Enemigos de la báscula. Los hay adictos, otros que siempre tienen una excusa para dejarlo entre los asuntos pendientes y quienes apelan al sentido de sacrificio o voluntad para acudir, al menos, un par de veces en semana. Sí, se trata de los gimnasios, esos lugares donde las horas pasan entre cuerpos atléticos y un sinfín de selfies y a los que algunos están deseando volver para bajar los excesos gastronómicos durante el confinamiento. El caso es que este sector es uno de los más afectados por la pandemia al suponer un lugar donde guardar las medidas de seguridad parece complicado y que, por tanto, no queda claro del todo cuando podrá retomar su actividad.

Algunos de los gimnasios de la provincia manifiestan que se encuentran completamente “perdidos”, pues las autoridades sanitarias no han abordado la situación de este tipo de espacios por lo que pocas indicaciones pueden tomar como referencia. Además, tienen una reivindicación que consideran prioritaria y que pasaría por incluir al sector dentro del ámbito de la salud y no en el del ocio, pues consideran que tienen otro tipo de características que “dista mucho de bares y hoteles”.

Ante tan complicada situación, no han dejado de trabajar y, en el caso de la provincia, donde muchos de los establecimientos forman parte de la Asociación Nacional de Gimnasios, se reúnen cada semana para compartir ideas y proponer iniciativas en vistas a una posible reapertura en la que el cliente “se sienta cómodo y seguro”. “El objetivo es adelantarnos para que cuando las autoridades lo consideren oportuno estar preparados”, manifiesta Juan María Ojeda, responsable de Gimnasio Aquagym.

Este gimnasio de la capital reunió hace tan solo unos días a sus clientes, de forma telemática, para compartir con ellos algunas de las principales propuestas que se plantean desde el sector. Estas pasan por una reducción de aforo para mantenerlo al 70 por ciento, ampliar el espacio entre las máquinas para que se mantengan las distancias de seguridad, tomar la temperatura al cliente en la entrada, uso de guantes y mascarillas, adaptar las clases grupales, desinfección de material, entre otros. “No hay nada oficial, pero estas serían las iniciativas que nosotros planteamos para poder volver a la actividad lo antes posible”, añade Ojeda. Otro contratiempo al que se enfrentan es “el miedo al contagio”, pues son conscientes de que habrá clientes que no quieran acudir al centro, para lo que se plantean ofrecer clases online durante un tiempo. “Aunque tenemos claro que es una probabilidad, hemos realizado una encuesta entre nuestra clientela y más del 80 por ciento mostraron su intención de volver, por lo que creemos que los jiennenses tiene ganas de retomar la actividad deportiva”, sentenció.