Las temperaturas no dan tregua

Sin tregua. Que la historia de los jiennenses vaya íntimamente ligada a la de un animal al que le gustar echar la siesta a pleno sol no parece una casualidad, pues no hay mejor tierra para disfrutar del calor que el Santo Reino. Jaén hace días que se ha convertido, siguiendo con los tópicos, en una “auténtica sartén”, dormir es casi imposible sin aire acondicionado o ventilador, las calles parecen echar el cierre en las horas de mayor radiación y el termómetro apenas da tregua. La culpa es de un mes de julio que ha comenzado con una intensa ola de calor que ha provocado que el mercurio haya superado los cuarenta grados en varios municipios de la provincia.

De hecho, la Agencia Estatal de Meteorología mantuvo el aviso naranja por riesgo de calor en Jaén y Córdoba con probabilidad de tormenta. Las máximas volvieron a alcanzar los 40 un día más y las mínimas rondaron los treinta por lo que la noche tampoco fue fácil. Tanto es así que no hacen falta excesivos datos, pues la mayoría de los residentes en la capital, ya se sabe que los visitantes prefieren otros meses, transitaron por las calles acompañados por sus botellas de agua y frases como “esto es inaguantable” o “no hay quien lo soporte” fueron las más repetidas en plazas y pasos de peatones entre aquellos a los que no les quedó más remedio que realizar sus quehaceres diarios y es que, son pocas las ganas de salir con estas temperaturas.

El panorama se repitió en la mayoría de pueblos, con los 40 grados de Úbeda, los 41 de Andújar o los 19 en el caso de Cazorla. Algo menos tuvieron que soportar los vecinos de Alcalá la Real que llegaron hasta los 37, o en Santiago Pontones, que apenas superó los 30. Para las próximas jornadas la Aemet estima un leve descenso, aunque durará poco, pues la alerta, y los cuarenta grados, regresan el fin de semana.

Con el objetivo de evitar problemas derivados de las olas de calor, desde el Ministerio ofrecen una serie de consejos, como beber mucha agua o líquidos sin esperar a tener sed, evitando bebidas alcohólicas, té, café, cola o las muy azucaradas. Esto debe combinarse con una alimentación ligera que sirva para compensar las pérdidas de sales por el sudor, como ensaladas, frutas, verduras, gazpachos o zumos. En cuanto a la vida en el interior, mantener las persianas bajadas para evitar que el sol entre directamente o no abrir las ventanas cuando la temperatura exterior es alta, son algunas de las acciones más recomendables. El Ministerio pide también moderar el uso de ventiladores, ya que a partir de los 35 grados, estos solamente mueven el aire. En el exterior, decisiones como permanecer en lugares frescos, a la sombra o climatizados pueden evitar problemas. También aconsejan usar sombreros para protegerse del sol y prendas de colores claros, debido a su capacidad para reflejar la radiación solar en lugar de absorberla. Todo ello habrá que combinarlo con la paciencia para los menos aficionados al verano y, por qué no, con una terraza cuando “deje de apretar la caló”.