La independencia judicial, en peligro con la nueva reforma propuesta por el Gobierno

Todas las asociaciones de jueces y fiscales, excepto las progresistas, acuerdan ir a una huelga los días 1, 2 y 3 de julio para protestar por las reformas anunciadas por el ministro de Presidencia, Justicia y Relaciones con las Cortes, Félix Bolaños, sobre el acceso a ambas carreras y sobre la Fiscalía, para adaptarla al futuro cambio de modelo del proceso penal, donde las instrucciones pasarán de jueces a fiscales.

Jesús Amate García, juez del Juzgado de Instrucción número 1 de Arrecife, remarca que la celebración de esta huelga “no tiene nada que ver con la ideología política”. Con respecto a las nuevas reformas que pretende llevar a cabo el Gobierno, considera que “se vulnerarían las independencias judiciales”.

Amate recalca que esta transformación “podría dar pie a la entradas de personas cuyo perfil político se viera más marcado”. “Lo preferible es que hubiera jueces de carrera que hayan pasado un examen en el que se tenga en cuenta el mérito, la capacidad y que haya igualdad de condiciones con independencia de la ideología política”, afirma Amate. Además, pone en valor que estas personas, “no adscritas a un partido político, puedan juzgar casos como el “Koldo”. Por otro lado, Amate destaca que, con esta nueva modificación, “no sólo se vería afectado el sistema judicial, sino también a los propios fiscales”.

“Lo único que pedimos es que se pueda tramitar la ley por la vía ordinaria para que pueda ser debatida en el Congreso y Senado, o que la retiren y sea modificado en aquellos aspectos que puedan afectar a la independencia judicial”, agrega Amate. Asimismo, asevera: “Ellos son los primeros que quieren evitar la huelga porque saben cómo puede afectar a la ciudadanía y, por eso, la retrasan lo más que pueden”. “En el caso de que el Gobierno atienda nuestras peticiones, es posible que se valore continuar con la misma”, añade. Antes de concluir, Amate apostilla que la última noticia que tienen es que la modificación se hará efectiva y, por lo tanto, la huelga sigue en pie.