La hermandad de El Rocío de Jaén regresa con la mirada puesta en 2026

Los fieles jiennenses regresaron a la capital con el recuerdo de todo lo vivido

11 jun 2025 / 13:18 H.
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Una mezcla de sensaciones contrariadas. Esto fue lo que vivieron ayer los rocieros de la hermandad filial de El Rocío de Jaén a su llegada, en la calurosa tarde de ayer, a la capital jiennense. Poco antes de las 18:00 horas, el remolque que trasladó a la carreta por carretera ya se encontraba junto a la glorieta de la Estación de Bomberos, a la espera de que llegaran los dos mulos que la trasladarían hasta la Parroquia de San Juan de la Cruz. También fueron llegando, poco a poco, los hermanos de la cofradía después de hacer una parada para comer en Santa Ana. Sus caras eran un reflejo vivido durante sus días de camino y, también, en la aldea almonteña de El Rocío: cansancio por el calor vivido, sobre todo en los días grandes de la celebración, pero con las emociones de vivir un Rocío 2025 muy especial, que nunca olvidarán y para el que ya han iniciado la cuenta atrás de cara al 2026. Un año que será especial, puesto que como manda la tradición cada siete años, la Blanca Paloma será trasladada hasta Almonte —en concreto el 19 de agosto de 2026—, donde permanecerá allí nueve meses hasta su regreso a la aldea. En este tiempo, las hermandades filiales harán su peregrinación a la iglesia de Nuestra Señora de la Asunción del municipio almonteño.

Una vez colocados los mulos en la carreta, comenzó el último camino de la hermandad filial de Jaén, el de regreso hasta su parroquia de San Juan de la Cruz.

Tras entrar a la ciudad por la Carretera de Córdoba y, a ritmo de tamboril y flauta rociera, el Simpecado de la Hermandad de El Rocío de Jaén avanzaba por las avenidas de Andalucía y Eduardo García Dato para tomar, en sentido ascendente, hacia la avenida de Madrid y, por último, girar hacia la calle Obispo Alonso Suárez para llegar a la calle La Luna, donde el simpecado fue trasladado desde la carreta hacia su hornacina en la parroquia de San Juan de la Cruz. Por último, el cortejo se trasladó, en sentido descendente por la avenida de Madrid, hasta su casa de hermandad.

Así concluyó el Rocío 2025 para la hermandad filial de Jaén. Su presidenta, María Dolores Galán, hizo una valoración positiva de todas las emociones vividas desde que iniciaron el camino el pasado 31 de mayo con la misa de peregrinos y su recorrido por lugares emblemáticos de la ciudad como la Catedral, San Ildefonso o el Camarín de Jesús, hasta su regreso ayer: “Ha ido muy bien. Los tres primeros días de camino geniales, pero a partir del jueves ya fue duro, con muchísimo calor. Ya en la aldea llegamos a tener alerta naranja”. Galán, en este sentido, también señaló: “La Virgen del Rocío nos ha regalado muchos momentos maravillosos, tanto el sábado en la presentación, tanto el Lunes de Pentecostés con la salida de la Blanca Paloma como nuestro encuentro con Ella ante nuestro simpecado”.

La presidenta de la hermandad filial de Jaén calificó como una medida positiva el cambio de recorrido: “Una medida bastante acertada porque la vía de evacuación, para toda la gente que había, fue clave”. En este punto, añadió: “Son momentos de cierto nerviosismo porque no podíamos ni siquiera movernos, pero una vez que la Virgen se presenta, pudimos tirar hacia atrás y y tuvimos mejor vía de evacuación que en la ubicación anterior”. Galán recordó que todas las hermandades han tenido menos gente: “Ha caído muy tarde”.

La presidenta de la hermandad filial de Jaén se queda con tres momentos: “La llegada al Río Quema, el Jordán rociero; la presentación de la cofradía y el encuentro de la Virgen del Rocío con nuestro simpecado a las 08:05 horas de ayer —por el Lunes de Pentecostés—”. Por último, María Dolores Galán mostró su petición a la Reina de las Marismas: “Ante todo, la paz, la unidad y el final de todas las guerras”.

Jaén