Jonathan Moreno busca a su padre tras más de treinta años

Sin perder la esperanza. Hace 33 años, concretamente un 18 de diciembre de 1987, Jonathan Moreno vio el mundo por primera vez en un pueblo de Alicante, Elda, aunque su padre biológico era de Jaén, mientras que su madre era natural de Mallorca. Al año y medio de vida, fue adoptado por la que hoy es su familia, aunque siempre supo que sus progenitores eran otros.

No fue hasta su adolescencia, con unos 17 años, cuando lo comentó en casa y sus padres no lo dudaron un instante, estaban dispuestos a ayudarlo y apoyarlo en todo lo que fuera necesario si quería conocer sus orígenes. Decidió entonces volver a Elda, pues actualmente reside en Alicante, a la casa de acogida donde vio por última vez a sus padres biológicos, de los que no tienen ningún recuerdo, para pedir su partida de nacimiento y fue en ese momento cuando descubrió que tenía sangre andaluza, sus anteriores apellidos y el nombre de su padre, Ángel, nacido en marzo de 1953 en Villacarrillo. Para su sorpresa, le comunicaron que también tenía una hermana, aunque desconocían su paradero.

Animado por la novedosa información, optó por indagar para intentar obtener más detalles de su historia, para lo que envió una serie de cartas a la Generalitat Valenciana, de la que aún no ha obtenido respuesta. “He enviado al menos tres escritos, pero nunca me han contestado y todos los caminos que he intentado tomar me han llevado al mismo lugar, no hay información”, describe. Sin embargo, no ha perdido la esperanza y, con las redes sociales como aliadas, se ha puesto en contacto de nuevo con varios grupos de la provincia de Jaén en busca de algún dato que le de una pista.

“Mi único objetivo es tener contacto con él, darles la oportunidad de conocerme y, especialmente, que me confirmen si tengo una hermana porque me haría muchísima ilusión encontrarla y mantener una relación con ella, solo quiero cerrar ese capítulo de mi vida, no tengo ninguna intención de reprochar nada a nadie”, defiende el joven.

De momento, no ha obtenido respuesta por parte de ningún jiennnense que pudiera conocer a su padre a algunos de sus familiares, por lo que lanza un mensaje, tanto a los vecinos de Villacarrillo, como al resto de la provincia: “Si alguien sabe de algún dato que me pueda ayudar se lo agradecería mucho, pues me encantaría visitar Jaén y descubrir mis orígenes”. Asimismo, emocionado, confiesa que recibir una llamada de alguno de sus progenitores sería “una inmensa alegría”. “Yo tengo una gran familia que siempre me ha dado todo, pero me encantaría poder aumentarla, aunque también entendería cualquiera de sus posturas”, añade. Una historia que comenzó hace ya más de treinta años y que busca un final feliz con la ayuda de los jiennenses.