Fervor y expectación: la antesala a la Magna Procesión de Jaén
Así llegaron las imágenes del Rosario Magno para la misa de campaña, en la mañana del sábado

Pasadas las doce del mediodía del 4 de octubre, la calle Virgen de la Cabeza de Jaén se convirtió en epicentro de esperanza y devoción: las imágenes que representaban los Misterios del Rosario Magno fueron llegando una a una a las posiciones acordadas y quedaron inmóviles, como un museo viviente a la espera de la procesión extraordinaria. La misa de campaña, celebración jubilar de hermandades y cofradías, comenzó poco después, presidida por el obispo de Jaén, Sebastián Chico Martínez, en un altar presidido por la Virgen del Rosario de la Hermandad de la Amargura de la capital.
Durante la llegada, los traslados desde los templos se sucedieron entre aplausos contenidos y el murmullo de cientos de fieles que preparaban el paso para la tarde; en total, estaban convocadas una veintena de imágenes marianas y cristológicas que representaban los Misterios Gozosos, Luminosos, Dolorosos y Gloriosos.
La eucaristía fue solemne: oraciones por la unidad y la esperanza, la lectura de intenciones del Jubileo y la bendición del Obispo, mientras las imágenes permanecían alineadas, bañadas por la luz de octubre y la atención de los asistentes. Cuando terminó la misa, la calle conservaba la emoción vivida, preparándose para la magna procesión que recorrería el casco histórico de la capital del Santo Reino.