El grito de una “manada” feminista

La capital acoge varios actos en el Día Internaciona contra la Violencia Machista

26 nov 2018 / 11:31 H.

Espacios en blanco. Vuelve a ser 25 de noviembre en el calendario. Una jornada que se ha tornado ya de un color que mezcla el violeta con un negro muy oscuro, por lo que significa y lo que no debería ser, el Día Internacional de la Violencia Machista. Una vez más, un numeroso grupo de mujeres y algunos hombres, pocos en el caso de la capital, se “echaron a la calle” a pedir lo que corresponde, justicia e igualdad. Lo hicieron con una manifestación bronca, porque muchas están cansadas de ver a las que ellas llaman “compañeras” asesinadas por hombres que se creen con un derecho que no tienen.

Comenzaron a desfilar desde la calle Bernabé Soriano, en la que formaron una flecha reivindicativa con la que intentaron “apuntar a las instituciones y administraciones con competencias y, sobre todo, a la obligación de erradicar la violencia machista vigente en la sociedad”, argumentaron desde el colectivo Feministas 8M Jaén, organizadoras de la marcha.

Con pancartas en las que se podían leer claros mensajes de protesta y toques de atención dedicados a toda una sociedad, los integrantes comenzaron la marcha en dirección a la Plaza de la Constitución al grito de: “Si nos caemos, nos levantamos”. No fueron los únicos, las voces se unieron durante todo el trayecto para bramar con fuerza frases como: “Ni una menos, nos queremos vivas”, “no estamos todas, faltan las asesinadas”, “a mí también me gusta volver a casa sola” o “contra la violencia machista, lucha feminista”, porque la manifestación fue sobre todo eso, feminista. Porque en ella se escucharon voces de rabia, de impotencia y alguna que otra lágrima que evoca al desconsuelo que viven muchas mujeres cada día.

No fue tan numerosa como la del pasado 8 de marzo, pero en ella se volvió a pedir, de nuevo, que no haya que abrir nunca más un periódico en el que se informe de un asesinato machista, que no haya más minutos de silencio, que no se tenga que derramar una lágrima más. Sí estuvo muy presente una reclamación que marcó la historia de la lucha feminista más reciente, el caso de la Manada, con continuas referencias a los implicados y con frases como: “No es abuso es violación” o “escucha hermana, aquí está tu manada”.

Uno de los momentos más destacados del recorrido fue la parada que se realizó en la calle Arquitecto Berges, en el que realizaron una “performance” bajo el lema “Postales para la Justicia Patriarcal”. Varias participantes fueron leyendo frases machistas pronunciadas por jueces y las repartieron por las paredes, aunque finalmente y, a petición de la policía, las retiraron una vez terminado el acto. Algunos de los ejemplos fueron tan llamativos como: “La mujer no se opuso lo suficiente”, “zorra no es un insulto” y “debes perdonarlo todo y seguir adelante”.

Tras ello, y con una pausa en la que se volvieron a escuchar múltiples cánticos pronunciados al unísono por todos los participantes, continuaron el trayecto. Este acabó en la Plaza de las Batallas, a las puertas de la Subdelegación del Gobierno. Allí, y arropadas por un lazo morado que ondeaba en la fachada, se leyó un manifiesto. En él se escuchó, en repetidas ocasiones, la palabra “basta” para pedir que se deje de agrandar el número de las mujeres e hijos víctimas de la violencia machista para que las administraciones se conciencien de la necesidad de reforzar la lucha por la igualdad y la erradicación de esta lacra social, y en el que se llamaba a la implicación de todos para combatir lo que nunca debió existir. Y así, con mucha presencia de generaciones jóvenes de la mano de las que ya no lo son tanto, pidieron lo que es suyo a pesar de que aún se ven espacios en blanco que quedan por rellenar.