El barrio de La Magdalena pide una calle para Luis Berges

Ya tiene 100 años. Los cumplió ayer y pudo celebrarlo con la Medalla de Oro de su ciudad y el título de Hijo Predilecto. A Luis Berges Roldán, en el año de su centenario, se le acumulan los homenajes, todos merecidos, después de una trayectoria arquitectónica y artística con una dedicación sin límites por Jaén. Sus vecinos quieren otro más. La asociación “La Magdalena”, donde nació y vivió hasta los catorce años, propone al Ayuntamiento de Jaén una relevante presencia en el barrio.

La presidenta del colectivo, Ángeles Estepa, plantea que el eje que transcurre entre la Plaza Santa Luisa de Marillac y la iglesia de La Magdalena lleve el nombre de Luis Berges Roldán y, además, que en algún representativo de la zona se alce un busto con una leyenda en su honor. “Creo que es de justicia”, manifiesta. Cuenta con el respaldo del recién nombrado presidente de la Federación de Asociaciones de Vecinos Objetivos Comunes, Francisco Jesús Zuheros. “El alcalde ya lo sabe, pero ahora tendremos que abrir el expediente y justificarlo todo, aunque con su obra está más que justificado”, añade Ángeles Estepa.

Son muchos los edificios en los que este centenario arquitecto, una leyenda viva de la capital, intervino a lo largo de una carrera intensa y extensa que comenzó con la restauración del Museo Provincial de Jaén. Como él mismo relata en el serial que estrenó este periódico en enero de este mismo año, a partir de ahí le llovieron los proyectos de dentro y fuera de la ciudad para recuperar monumentos que, gracias a él, hoy son auténticas joyas patrimoniales que conservan el aroma de la tradición y encajan a la perfección con los usos que imperan en el momento. Luis Berges, hijo del arquitectos que diseñó el ensanche de Jaén, Luis Berges Martínez, se encargó de la rehabilitación de los tres edificios que tiene la Diputación Provincial de Jaén en el casco antiguo: la iglesia de Santo Domingo, el Palacio de Villardompardo y el Hospital San Juan de Dios. Sin embargo, antes había rescatado del “estado de ruina inminente” la iglesia de La Magdalena, cuyos trabajos sirvieron de documento histórico para revelar que aquello fue una mezquita, entre otros hallazgos interesantes en el entorno del que fue un antiguo lavadero público. Cuenta el arquitecto, también dibujante y pintor, que, un buen día, mientras trabajaba como arquitecto municipal, se topó se lleno con un proyecto en el que se dejaba caer la posibilidad de que, en los bajos del Hospicio de Mujeres, existieran unos baños islámicos. Allí se presentó, pidió permiso a la madre superiora y comenzó a vislumbrar el tesoro que escondía. Diez años estuvo al frente de una de las obras más interesantes de todas cuantas se conocen, porque gracias a su empeño rescató los Baños Árabes más grandes de España, una restauración que fue galardonada con el premio Europa Nostra.

Calle del arquitecto berges. Hay una céntrica calle en la capital dedicada a su padre, que falleció con tan sólo 47 años. “Me juré ser arquitecto como él, aunque nunca hablamos ni una sola palabra de esta profesión”, dijo el lunes, cuando recibió la Medalla de Oro y el título de Hijo Predilecto. Luis Berges, hijo, se congratula de que exista esta placa en tan importante espacio urbano: “Yo siempre he dicho que tengo una calle en Jaén, porque como pone arquitecto Berges, me doy por aludido”, ironiza. Lo dijo en una de las entrevistas que, semanalmente, publica este periódico con su obra.