De padre a hijo: un viaje por gratitud y legado familiar
Francisco Javier, quien llegó al parto de su bebé en tractor, va a El Rocío con el pequeño Francisco José

El pequeño Francisco José Gallardo Apóstol, con once meses, lleva la tradición rociera por sus venas. Casi un año después de su nacimiento, sus progenitores recuerdan con orgullo y alegría cómo fue el día en el que vino al mundo, rodeado de tanto amor.
Y es que en julio del año pasado, su madre, Cristina Apóstol, se puso de parto tras unos días en los que, a pesar de tener contracciones, no parecía que fuera a dar a luz inminentemente. Su padre, Francisco Javier Gallardo, acudió ese sábado a las fiestas de Los Villares para cumplir con el compromiso adquirido con una familia para alquilarle su tractor. “Si les hubiera avisado una semana antes, podrían haber buscado alternativas, pero es que quedaba una hora. ¿Cómo les digo yo a treinta personas que no podía ir”, recuerda Francisco Javier Gallardo como si fuera ayer. Finalmente, los integrantes de la propia Peña Super Lolas fueron quienes lo convencieron para que se marchara al Hospital Materno Infantil. La solución fue que uno de los componentes enganchó la carreta a su coche y él se quedó con el tractor, por lo que llegó montado en un Barreiros R-545 a Jaén.
Unos once meces después, Francisco Javier y Cristina fueron a El Rocío junto al pequeño Francisco José para continuar compartiendo con él un sentir único, pero también como agradecimiento de que aquel día y el resto del año haya salido todo bien. “Como rociero, romero y cristiano, es una ilusión que mi hijo comparta mis costumbres, además, queremos inculcárselas”, resalta Gallardo. Por ello, el pasado domingo, 1 de junio, comenzaron con este capítulo tan especial de sus vidas. “Ha sido su primer camino. El chiquillo se ha portado genial y ha disfrutado muchísimo”, agrega. Francisco Javier, tractorista de la Hermandad de Jaén, estuvo con su mujer y su pequeño acompañando al resto de jiennenses rocieros.
En esta ocasión, el tractor —con más de setenta años de historia— contó con una novedad, y es que Francisco Javier colocó en la parte delantera del vehículo un tractor de juguete de Francisco José. “Ha sido muy llamativo”. Asimismo, destaca que el pequeño también comparte su pasión por los animales y la maquinaria: “Los motores les gusta mucho. El ‘bumbum’ —como le llama al tractor— le encanta”, concluye.