Cultura rechaza el proyecto para recuperar la muralla del Conservatorio de Jaén
La Junta no ve “aceptable” la reconstrucción con muro de gaviones de malla electrosoldada

La Delegación de Cultura ha informado desfavorablemente el proyecto básico y de ejecución presentado por la Delegación de Desarrollo Educativo y Formación Profesional para la urbanización y adecuación de los restos arqueológicos del recién inaugurado Conservatorio Superior de Música Andrés de Vandelvira, en Jaén capital. El proyecto fue presentado el pasado 13 de agosto de este año y ha sido la Comisión Provincial de Patrimonio Histórico de la Junta de Andalucía la que ha emitido el informe desfavorable tras considerar que “los condicionantes son lo suficientemente importantes como para replantear el proyecto”.
Tal y como señala el informe, recogido por Europa Press y que viene firmado por el delegado de Cultura, José Ayala, se apuntan hasta diez modificaciones de un proyecto que inicialmente contempla la construcción de un mirador cubierto, el cerramiento exterior y una cancela de acceso restringido a los restos arqueológicos; vidrio con información, una escalera de mantenimiento y un talud estabilizado con hidrosiembra. Todo ello, con un presupuesto base de licitación de 764.000 euros. Pues bien, Cultura apunta entre otras cuestiones que para la reconstrucción de la muralla calcolítica planteada es “aceptable”, pero no “con muro de gaviones de malla electrosoldada y piedra de características similares a las del muro original”, ya que la muralla, “salvo el zócalo, estaba construida con adobes y la reconstrucción debe hacerse con este material o alguno imitándolo”. Entre las modificaciones también se apunta a que en la superficie destinada a mirador y cerrada por la cancela “difícilmente puede caber una clase de 25 alumnos, que posiblemente sean los principales usuarios, por lo que habría que extenderla al menos a toda la superficie cubierta, trasladando la cancela”.
Se añade también que los vinilos deberán ser sustituidos por paneles de Dibond de tres milímetros que “han demostrado más durabilidad a la intemperie”. Cultura también echa en falta “un plano donde se aprecie el tratamiento de la fachada trasera de la planta sótano del Conservatorio en su relación con los vestigios arqueológicos”. Asimismo, se apunta a que “el drenaje que bordea la muralla por el exterior sería lesivo para los restos” y se propone desde Cultura “su traslado al foso, que así ejercería su labor principal de drenaje”. Otro de los puntos que lleva al informe desfavorable de Cultura es que “faltan directrices para el mantenimiento de la hidrosiembra en los taludes, la pintura del vallado o los paneles de vidrio del umbráculo de entrada”. Por último se señala que se requerirá “un control arqueológico de los movimientos de tierra que se completará con un control arqueológico de la ejecución de las obras de conservación”.
El espacio a proteger contempla 48 metros de una muralla ciclópea, un bastión y los restos de una de las torres más espectaculares que quedan en Andalucía con más de 4.000 años de antigüedad. Los restos llevan años al descubierto en la parte trasera del Conservatorio, con el riesgo que ello implica al estar a la intemperie. De hecho, desde 2011, a la vista de los resultados arqueológicos del área estudiada y del diagnóstico de conservación del equipo arqueológico, se acordó por la Comisión de Patrimonio Histórico “conservar ‘in situ’ la muralla y foso eneolítico descubiertos”. La primera piedra del conservatorio se puso en marzo de 2021, pero no ha sido hasta 2025 cuando se ha dado por finalizado, sin que se haya llevado a cabo la integración de los restos arqueológicos tal y como estaba contemplado desde el inicio del proyecto de construcción de esta nueva infraestructura educativa.