¿Cómo y quién cuida de los gatos callejeros de la capital?

No hay acuerdo. Hace tan solo unos días, el colectivo de Ecologistas AICA Jaén publicó en sus redes sociales una información referente a la situación de los gatos de la ciudad, concretamente sobre la aplicación del Método CES/CER, entendido como “Capturar, Esterilizar y Soltar/Retornar” a los gatos a su ubicación original. Concretamente consiste en capturar a todos los felinos de una colonia, mediante procedimientos que no sean dolorosos para el animal, examinarlos con el objetivo de detectar posibles enfermedades, su esterilización y vacunación, así como retornarlos a su lugar de origen, tras permanecer unos días en observación.

Desde el colectivo manifestaron que se estaban cogiendo gatos para esterilizarlos, hasta ahí bien, pero para más tarde “soltarlos en las afueras de la ciudad a su suerte”, según las informaciones que manejaban, algo que calificaban como “un despropósito”. Además, pedían “una explicación al Ayuntamiento” al que aseguraban que ya habían reiterado en varias ocasiones el interés por la aplicación del CER para “lograr el objetivo de una ciudad amigable con los animales”, como se lleva a cabo en otros lugares, para el que ponían de ejemplo municipios como La Guardia, que incluye la Yuca.

Al mismo tiempo, ponían de manifiesto que “estaban creando un registro de colonias para poder realizar un censo real de la población de gatos que hay en Jaén”, y describían que son voluntarios los que hacen un control. Una afirmación con la que no están de acuerdo desde el Ayuntamiento, que aseguran que sí está llevando a cabo este método. De hecho, fuentes municipales mantienen que desde la Concejalía de Contratación, Servicios Públicos y Proyectos, cuyo titular es Francisco Lechuga, se puso en marcha este proceso hace meses. “Estamos llevando a cabo el método CES, aconsejado además por grupos de ecologistas y que se planteó en el anterior mandato, aunque no se desarrolló, por lo que somos nosotros los primeros en aplicarlo”, destacaron, además de mostrar “la voluntad” de colaborar y controlar el número de gatos en la ciudad siempre desde el respeto.

Por otra parte, destacan “el esfuerzo económico con cada ejemplar que se está llevando a cabo para que el método funcione”. El coste por un gato hembra es de unos setenta euros, mientas que el de un macho se sitúa en treinta. Un posicionamiento que vuelve a “chocar” con las informaciones de los ecologistas. Desde el colectivo, afirman que hace tan solo unos días mantuvieron una reunión con representantes de EQUO para abordar el proyecto y volver a plantearlo tal y como se hizo en el mandato de Javier Márquez y que no se llegó a aplicar. “Sabemos que sí se están dando pasos, pero creemos que el método que se esté aplicando no es el correcto”, sentencian.