Alrededor de 120.000 abejas en un edificio en La Alcantarilla

Los apicultores tuvieron que intervenir hasta en tres ocasiones para trasladarlas

18 jul 2020 / 10:01 H.
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Totalmente atónitos. Así se quedaron los vecinos de un bloque situado en la calle Pilar de la Imprenta, en el barrio jiennense se La Alcantarilla. Ya hacía tiempo que algunos de los vecinos se habían percatado de la existencia de abejas en el bloque, sin darles mayor importancia, sin embargo, fueron unas obras en la planta de arriba, en el ático, las que descubrieron esta curiosa historia que afortunadamente se ha saldado sin ninguna incidencia. Durante una reunión de vecinos con los trabajadores encargados de las mejoras del edificio, fueron estos los que avisaron de la existencia de un número importante de estos animales que se habían mostrado agresivas en días previos.

Alertados por la posibilidad de que el asunto derivara en un problema serio, más teniendo en cuenta que las abejas son una especie protegida e indispensable para la supervivencia e incluso cuentan con su propio Día Mundial (el 20 de mayo), decidieron solicitar orientación en los Servicios de Emergencias, 112, que los derivaron a una empresa especializada. Tras exponer los hechos, varios profesionales acudieron una noche para realizar la extracción, mientras los vecinos aguardaban por seguridad en sus hogares, pero no pudo culminarse. “Nos dijeron que había muchas más abejas de las esperadas y que debían regresar a la jornada siguiente”, relata una de las vecinas, María Cepas. Cual sería su sorpresa cuando, tras más de una hora, se contabilizaron entre 100.000 y 120.000 insectos que habían creado un enjambre de más de un metro. “Fue una gran sorpresa, nos comunicaron que llevaban instaladas más de un año en el bloque y la verdad es que ha sido una suerte que no hayan atacado a nadie, más en los meses de verano en las que son atraídas por el sudor según nos aclararon”, añade esta vecina. Así, los trabajadores tuvieron que regresar una tercera noche para terminar el trabajo, pues aún quedaban algunas, incluida la reina, la más protegida por estos inteligentes insectos. El proceso a seguir en estos casos es el traslado del panal a una zona protegida y especializada en al cría y protección de abejas. Del mismo modo, se cree que pudieran existir más enjambres de este tipo en la zona, pues la magnitud hace pensar que se han repartido por el entorno para desarrollar un trabajo sorprendente y necesario. Una historia que tiene una tercera parte pues, aprovechando la labor de estas pequeñas “okupas”, una familia del bloque decidió experimentar, de forma directa, el proceso de elaboración de la miel. Tras un trabajo en equipo y con tan solo una pequeña parte del enjambre, han conseguido elaborar varios botes de miel que describen como “deliciosos”.

En el caso de encontrarse en una situación similar, es necesario avisar a los profesionales para que sean apicultores los que realicen la extracción, pues según relata Cepas: “Nos dijeron que en el caso de una picadura el comportamiento de las abejas es unirse para seguir atacando”.

Jaén