Aventurero hecho a sí mismo

Un día estaba sentado en una terraza en su tierra y al siguiente volaba en dirección a Londres. Así comenzó la hazaña del ubetense Francisco Albert Albusac que parecía que duraría unos meses y va ya por su primera década

29 dic 2019 / 11:34 H.

Decisiones que cambian la vida. Aunque suene a tópico, hay veces que los trenes pasan solo una vez y hay que aprovecharlos y, la experiencia de Francisco Albert Albusac, nacido en los Cerros más famosos del Santo Reino, es una de esas historias. Entre sus planes no estaba la idea de viajar a Londres, pero de un día para otro cogió el petate rumbo a la ciudad del Big Ben. “Una tarde estaba disfrutando en una terraza de Linares y al día siguiente durmiendo en una habitación compartida en el medio del barrio más conflictivo de Londres, Brixton”, relata este aventurero. Allí lo esperaba una de las personas más valientes y admiradas por el de Jaén y por qué no decirlo, un auténtico ejemplo para los demás, su hermano Antonio, que había partido tiempo antes en busca de fortuna con su inglés básico. Cuando se instaló nunca pensó que su estancia duraría más de tres años, pero desde entonces ha pasado ya una década. Sin embargo, tiene claro que, a largo plazo, su futuro está en otro lugar: “Londres es una ciudad para trabajar y hacer amigos a montones, es incluso un gran lugar para conocer mundo porque hay gente de todas partes, pero no recomendaría Londres para envejecer ni tener hijos, en las grandes ciudades se sufre el riesgo de perder cierta frescura, sensibilidad a la vida, uno puede llegar a endurecerse demasiado viviendo en ellas por mucho tiempo”.

Eso sí, Albusac llegó a la ciudad siendo un niño, pero se ha convertido en un gran profesional que actualmente ejerce como Ingeniero de datos (Data Engineer) y trabaja para una empresa financiera basada en inteligencia artificial en el centro de Londres, en Bank. Una trayectoria ya consolidada, pero por la que ha tenido que trabajar mucho. Su paso por el país lo resume como “excitante” en la primera etapa, “sacrificado” después y algo “monótono” en la actualidad, por lo que mira al futuro con ganas de cambio y con el deseo de descubrir nuevos destinos en busca de esa “frescura”. De momento, y a la espera de que surjan nuevos retos, define su vida “mucho más tranquila que hace algunos años”. “Llegué aquí como un folio en blanco de experiencias, ansioso por meterme en todos los jaleos, pero son muchos años, he crecido inmerso en Londres. Estudio mucho, me refugio del frío y hago deporte” resume el ubetense.

Tras diez años en patria extranjera, tiene muy claro lo que más extraña de su hogar: la familia, el cielo azul, la noche estrellada y los braseros. También tiene presentes singularidades “made in Spain” con las que ha dejado a más de uno asombrado. El ejemplo más claro son los caracoles, una comida que pocos entienden, pero que a él le encanta. “También recuerdo que un día lleve ochios de Úbeda a la BBC-News. Este simple hecho ya me pareció digno de recordar, creo que habrán sido los únicos ochios que han entrado al cuartel de la BBC. Sin embargo, no gustaron mucho, la capa de polvo que tienen creo que les hizo sentir como que probaban torta con tierra, no entendían cómo comíamos eso”, recuerda.

Esta es solo una de las múltiples anécdotas que ha protagonizado, pues diez años dan para mucho, y algunas son de lo más divertidas: “Recuerdo esa noche hablando inglés en una fiesta en la que creí ligar con Marta, una guiri de Londres, ingenuo de mí, pues resultó que al final era de Linares. Se volvió mi chica. Desde entonces hemos sido dos jienenses por el mundo”. Otras son menos agradables, como los múltiples atentados terroristas en la ciudad o los incendios de Londres a través de Brixton y Tottenham por motivos raciales. En definitiva, Francisco Albert Albusac es uno de esos ejemplos que suponen el orgullo de la provincia verde, un joven que partió para hacerse a sí mismo y recorrer el camino al éxito.

bille de regreso

Tras su paso por la capital de Reino Unido, el jiennense se plante retomar lo que dejó atrás: “He sacrificado algunas cosas y en algún momento tengo que darme la oportunidad de regresar. España también es muy interesante, no hay dos lugares iguales. Mi objetivo a la vuelta es trabajar remotamente para UK o USA”. Lo de volver a Jaén está algo más complicado a pesar del amor que siente por su tierra. “La provincia está infravalorada en cuanto a lo bonita que puede llegar a ser. Tenemos sierra y más castillos que nadie, pero no tiene esa industria que a mí me gustaría, ni tampoco esa energía o ritmo al que ya me he acostumbrado”.

Es por ello que aunque España siempre está en mente, antes le gustaría explorar otros destino, “sentirse vivo”, y oportunidades no les faltan, pues en este tiempo ha recibido ofertas de trabajo de empresas de Japón y California, pero según confiesa, “todo a su tiempo”.

días de sol y de nubes

Como cualquier otra cosa en la vida, partir a otras tierras supone un riesgo con aspectos positivos y negativos. Entre lo mejor de residir en otros países, el ubetense destaca: “Te conoces a ti mismo, te quitas miedos, aprendes as respetar más, se te hace el mundo más pequeño”. En la otra cara de la moneda, destacaría ese sentimiento de “soledad” que se siembra en el interior, especialmente al principio, además de los momentos que uno se pierde con respecto a la familia o amigos.

A pesar de ello, confiesa que no viene a menudo y parte de la culpa la tienen las “malas comunicaciones”. “Para el que no lo sepa, de media, de Londres a Úbeda o Linares es un total de diez horas, de puerta a puerta. Cómo además vamos en temporada siempre (verano y Navidad) cada vuelo suele ser realmente caro”, sentencia.

Una experiencia variopinta con grandes momentos y algunas “pesadillas”
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Tantos años dan para mucho y el joven tiene una gran cantidad de anécdotas por contar.

“Recuerdo trabajar desde la BBC mientras aún la torre Grenfell ardía, visible desde las ventanas de mi planta a la mañana siguiente o estar de guardia el día de la boda real (Meghan y Harry), si el sistema informático fallaba, me iban a llamar”, comenta. Una que no recuerda con tanto cariño sucedió en el aeropuerto de Stanted hacia España, con un avión que nunca llegó a salir. “El presidente de Estados Unidos aterrizó allí y por motivos de seguridad nacional me quedé en tierra, fue frustrante”, confiesa. Sin embargo, uno de los peores momentos está relacionado con su trabajo: “Volví una mañana a ASOS y recibir la noticia sobre uno de mis jefes. Había perdido tres de sus cuatro hijos en Shri-Lanka en un atentado de A Qaeda”. Historias que erizan la piel y que el joven ha vivido en primera persona, sin olvidar que reside en un país que está en pleno proceso de ruptura con Europa y del que aún no se conocen las consecuencias finales que puede acarrear para los miles de españoles que viven allí.

en compañía todo sabe mucho mejor
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En la imagen que acompaña a este texto aparecen, de izquierda a derecha, David y Emiliano (argentinos), Carla (Ecuador), Marta (España), Maira (Argentina), Dan y Curtis (Londres), además de Francisco. Componen una de las pandillas del jiennense con los que comparte penas, pero especialmente alegrías.

Compañeros que se convierten en amigos
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Girikk es una increíble ingeniera de ASOS, con orígenes interesantes. Viene de Kachimira, lugar afectado por la guerra entre Pakistán y India. “Ella y yo estábamos tan conectados en el trabajo que empecé hacer el gesto de Fusion de Dragon Ball con ella, pero ningún indio reconoció el gesto”, relata.

persona afortunada, la rodeada de amigos
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El de Jaén se ha tenido que enfrentar a diversos retos y complicaciones desde que dejara su tierra, pero puede presumir de estar rodeado de personas maravillas. En esta imagen lo acompañan, de izquierda a derecha, Bruno (Brasil), Ana (Alemania), Julia (Brasil) y Marta, también jiennense.

compañeros de vida, el mejor de los regalos
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Francisco Albert Albusac denomina esta imagen como “Tortolitos por Londres”. La chica que lo acompaña es Marta, uno de los mejores regalos que le ha proporcionado Londres. La joven linarense conoció al de Úbeda una noche y desde entonces no se han separado, son dos jiennenses triunfando por el mundo.