Ensalada de ahumados
El ahumado es una técnica de conservación de alimentos utilizada por el hombre sedentario tras el dominio del fuego. En la antigüedad, los alimentos eran expuestos al humo para alargar su periodo de conservación. Hoy en día, para preservar el pescado se utiliza la refrigeración y la congelación, siendo el ahumado una forma de mejorar su sabor y aromatizar. Paleontólogos y antropólogos confirman que el ahumado surge por casualidad, fruto de la observación. El ser humano se dio cuenta de que la carne y pescados que colgaban en las paredes de cuevas y cabañas y que estaban expuestos al humo, aguantaban bastante más que los que no. Para el ahumado suelen quemarse maderas de pino o roble, que aportan un olor agradable y efecto antibiótico. En ciertas ocasiones, nos apetece platos con una buena presencia pero que no nos lleve demasiado tiempo en la cocina. Esta receta es una opción perfecta para una cena diferente, fácil de elaborar un con un resultado espectacular si le sumas algo de picoteo como una tabla de quesos, unas aceitunas, unas almejas al vapor y tu bebida preferida.
INGREDIENTES.
500 gramos de ahumados (salmón, trucha, bacalao,...), 1 limón, 100 gramos de cebollitas en vinagre, 100 gramos de pepinillos en vinagre, 100 gramos de alcaparras, lechugas variadas, 1 huevo duro, nueces, aceite de oliva virgen extra (AOVE), mantequilla, 1 barra de pan, eneldo, huevo hilado (opcional) y sal.
PREPARACIÓN.
En un cuenco o fuente pequeña, coloca los ahumados en lonchas. Aliña con el zumo de medio limón y espolvorea con eneldo picado y huevo hilado. Deja unos minutos y reserva. En una fuente más grande, coloca los distintos tipos de lechugas que más te gusten (romana, hoja de roble, rúcula, espinaca “baby”, iceberg,...). Añade encima las cebollitas, los pepinillos y las alcaparras bien picados. Rocía con un poco más de eneldo y huevo hilado. Añádele el huevo cocido y las nueces troceadas y riega con el otro medio limón, aceite de oliva y un poco de sal. Remueve. Corta la barra de pan, tuesta cada trozo y sirve en una cestita de mimbre tapado con un paño de cocina para que no se enfríe. Coloca la ensalada de ahumados en la mesa, junto al pan y la mantequilla, que irás untando en cada trozo de pan. Dispón una porción generosa de ensalada encima de cada trozo de pan en el momento de comerlo.
CONSEJO.
Puedes cambiar la mantequilla por una mahonesa ligera, si así lo prefieres.