Fotos con aspecto de datos

El Parque Natural de Cazorla, Segura y Las Villas es un auténtico paraíso para los insectos y las arañas, con miles de especies aún por descubrir y donde se dan múltiples endemismos

17 nov 2019 / 14:03 H.

Un auténtico paraíso para los animales. Así se podría definir el Parque Natural de las Sierras de Cazorla, Segura y las Villas, donde se entrelazan miles de vidas, fundamentales para el desarrollo del resto de seres. El parque natural y reserva de la biosfera es un prodigio de biodiversidad en todos los aspectos y alberga una, aún no cuantificada, diversidad de insectos y arañas que la hacen única. Entre otras razones, por la gran variedad de biotopos y hábitats al ser una zona que está a caballo entre el continente europeo y el africano, que en otras eras estuvieron unidos, por ser el reducto más al sur de especies eurosiberianas después de la última glaciación, por la distribución norte-sur de sus líneas de cumbres, por su alta pluviometría, o por su quebrada orografía (desde altas cumbres, navas, valles profundos, roquedos, entre otros), que tan vital es para estos pequeños animales.

En cuanto a la climatología, el parque está situado en la zona mediterránea, que se caracteriza por inviernos lluviosos y largos periodos de sequía en la época estival e incluso en primavera. Todo esto suma para poder afirmar, sin miedo a equivocación, que el parque natural más importante de la provincia es todo un lugar mágico para los seres vivos. Cuando se trata de hablar de insectos y arañas, temidos por muchos, hay que destacar que, dentro del parque, son los grandes desconocidos. Es por ello, que desde BioFoto, una entidad compuesta por tres asociaciones culturales, el centro de capacitación y el Ayuntamiento de Santiago-Pontones, se pretende impulsar su conocimiento y conservación, para lo que realizan diversas acciones a lo largo del año. La última fue el primer certamen de fotografía entomológica y aracnológica de Santiaga-Pontones, cuyas impresionantes imágenes, acompañan este texto.

“En Biofoto tenemos un lema: Cada fotografía es un dato, por lo que cuando recibimos una imagen no primamos tanto la calidad, sino la aportación que esta suponga. Es por ello que de cada fotografía es necesario aportar la fecha, la altitud y lugar, y si está georeferenciado, con las coordenadas correspondientes”, manifiesta Miguel Ángel Fernández, uno de los coordinadores generales de BioFoto. Con esa información, realizan mapas de distribución de especies que puede ser fotografiada en varios lugares y de esta forma pueden saber si es muy abundante, en que zonas de localizan, si es rara, entre otros aspectos.

Gracias a la labor que desarrollan, se sabe que hay detectas más de dos mil especies, aunque quedan muchas más por documentar. En el trabajo realizado por los fotógrafos que participan en el concurso organizado por BioFoto en Santiago-Pontones, este año se han encontrado especies nuevas para la ciencia. “Se han presentado tres posibles nuevas especies para la ciencia de las cavidades del parque natural, fotografiadas por Toni Pérez Fernández (del Grupo de Espeleología de Villacarrillo, GEV), en estado de estudio por expertos para su determinación y que provisionalmente han sido mencionadas por su familia o por género”, manifiesta Fernández. Estas serías: Pselaphinae (subfamilia de estafilínidos), Otiorhynchus sp (género) y Arrhopalites sp (género). Con la especie “Catops fuscus fuscoides” Toni Pérez ganó la modalidad de insectos de Santiago-Pontones por ser una variedad muy rara de ver, dentro del primer certamen celebrado hace tan solo unos días. Asimismo, se han citado 49 endemismos, especie de un área de distribución única y limitada, de este macizo montañoso. Estos endemismos tienen diversas razones de ser: “Algunos insectos tienen una adaptación porque evolucionaron por sí mismos dentro del espacio y por eso no existen en otras zonas, por mutaciones y desarrollar características evolutivas propias, esto depende de cada insecto”. Por otra parte, un gran número de especies recogidas en el Libro Rojo de los Invertebrados de Andalucía, en diversos grados de amenaza o vulnerabilidad, tienen aquí poblaciones. “La participación ciudadana es esencial en estas prácticas, pues gracias a ello somos capaces de descubrir cosas que de otra forma sería muy difícil”, destaca el coordinador general. Además, se ha fotografiado el pequeño coleóptero “Cyrtonus cylindricus” que tiene una distribución en las montañas del sur peninsular y cuya cita podría ser la primera en el zona donde fue captado. Otro dato relevante es que desde BioFoto se han captado imágenes de la especie catalogada como vulnerable del odonato “Calopteryx xanthostoma”, así como otras muchas fotografías están pendientes de ser identificadas sus especies. Todos estos datos van a ser puestos en conocimiento de las autoridades gestoras del parque. “Estamos realizando gestiones para ponerlo en conocimiento de las autoridades”, mantienen.

Y, ¿cuál es el mejor momento para descubrir las especies? Pues depende de cada insecto, aunque muchos comienzan a tener actividad al finalizar el invierno y normalmente se alarga hasta parte del otoño. Sin embargo, hay, por ejemplo, mariposas que no vuelan en primavera. “Si hay alguien interesado en uno concreto, primero debe estudiar su hábitat para saber con certeza el mejor momento para disfrutar del animal”, recomienda Fernández. En el caso de los investigadores, son muchos los que han llegado al parque de universidades como Albacete o Murcia y que han aportado grandes avances. El CSIC, y en concreto los investigadores de la Estación Biológica de Doñana, es en los últimos años, es la entidad que más ha investigado, utilizando la casa forestal de Roblehondo, desde 1978, como estación de campo y quizá haya que destacar la labor, internacionalmente reconocida de Carlos M. Herrera, entre otros. Por último, hay que destacar que desde BioFoto realizan múltiples actividades relacionadas con estos habitantes del parque natural. Ejemplos como las jornadas científicas entomológicas y aracnológicas del parque natural donde van a presentar sus comunicaciones y sus ponencias científicos que han investigado sobre insectos en la zona. Para ello, están colaborando con la Universidad de Jaén y estarán invitadas las de Murcia, Albacete y Granada, al ser las que más han aportado sobre estos asuntos. Otra de las actividades son varios talleres que ya está en marcha; otro sobre fotografía para enseñar a adquirir nuevas técnicas o mejorarlas; un programa escolar educativa con el que hacen conferencias en el instituto de Santiago y en el colegio Alto Segura, con diversas actividades relacionadas con los insectos, entre otros muchos.

Las abejas, motor básico para el funcionamiento de la agricultura
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Imprescindibles. Las abejas son sumamente esenciales para el desarrollo del hombre ya que sin ellas, el 60% de las frutas y verduras desaparecerían al no ser polinizadas. De las 100 especies de cultivos que abastecen el 90% de los alimentos del mundo, las abejas polinizan más del 70% de ellos. Además, hacen lo propio con más de 25.000 especies de plantas con flores. Sin estos insectos la actividad agrícola prácticamente desaparecería, lo que además dejaría “seco” al sector agrícola. Además, son tan eficaces que un humano necesita polinizar de forma manual unas 10.000 flores al día para alcanzar el ritmo que tienen una sola abeja. Cuentan con su propio Día Mundial, que se celebra para crear conciencia sobre la importancia de los polinizadores. En el caso de la provincia, se realizan actividades relacionados con estos animales. Es el caso de La Carolina, que durante el verano organizó una serie de talleres para menores para aprender de forma amena sobre la importancia y cuál es su papel en el planeta. Los protagonistas elaboraron una colmena, pintaron sus abejas. Actualmente, en la provincia se localizan alrededor de 36.000 de las que aproximadamente 21.000 se encuentran en la zona de la comarca de Andújar. En el sector trabajan un centenar de apicultores, de los que más de la mitad están en el municipio. Hace tan solo unos días, la Consejería de Agricultura, Ganadería, Pesca y Desarrollo Sostenible ha destinado más de dos millones de euros de la convocatoria 2019 del Programa Apícola Nacional, que gestiona en Andalucía, a 1.269 apicultores del sector de la región.