Los regantes de Villargordo ganan la batalla legal contra Hacienda
Doce años, cuatro tribunales y más de mil folios para “hacer justicia”. Este es el “calvario” legal por el que ha pasado la Comunidad de Regantes Santiago Apóstol de Villargordo para que el Tribunal Supremo les dé la razón en la batalla que ha librado con Hacienda por una “mera formalidad”.

Los comuneros de Villargordo se han salvado, en el último momento, de hacer frente al pago de cuatro millones de euros al fisco, por las liquidaciones que practicó la inspección de Hacienda, en 2000, de los ejercicios que van desde 1994 a 1997. El Tribunal Supremo reconoce que el dinero que reclamaba a los comuneros se debía a una “cuestión formal” del procedimiento elegido para ingresar las cuotas destinadas al pago de la colocación del riego. Mientras la comunidad de regantes insistía en que eran aportaciones de capital, Hacienda decía que se trataba de ingresos de explotación y, como tales, debían tributar. Esta disparidad de criterios tiene su origen unos años antes, cuando los olivareros deciden unirse para instalar los sondeos en sus tierras y, de este modo, hacer más rentables sus cultivos.
Para ello, deciden constituirse en comunidad de regantes y tienen que invertir 1,3 millones de euros en las obras para la colocación de los sistemas de riego. Pero hasta tanto obtenían la autorización de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir, optaron por crear una Sociedad Agraria de Transformación como plataforma jurídica para construir e instalar toda la red de riego. Javier Esturillo / Jaén Más informaicón, en la edición impresa de Diario JAEN