De Texas a Mágina
Sierra Mágina, con “La flauta mágica (Aria La reina de la noche)” de W. A. Mozart, por la Orquesta y Coro de Voces para la Paz

VÍDEO
Mire vuesa merced —respondió Sancho— que aquellos que allí se parecen no son gigantes, sino molinos de viento, y lo que en ellos parecen brazos son las aspas ...
No le falta razón al fiel escudero, aunque bien mirado también la tiene Alonso Quijano cuando ve gigantes. Émulos de fuerza impulsada por ese otro gigante que no se ve, el viento. Ya fueran aquellos molinos de La Mancha o estos modernos de aspas metálicas, timón de cola, rotor, bielas, manivelas, caja de engranajes y torre, enjuta y alta como el Quijote.
Que no mueva a confusión un primer plano de las aspas amarillas girando sin cesar al compás del aire. No, no es un artilugio instalado en un rancho de Texas, por ejemplo, para bombear agua: iconografía mil veces repetida en el cine de género. Está en Sierra Mágina y le rodean almendros. Energía limpia para llevar el agua donde se precisa. Y si cesa el viento, el aliado es el panel solar que cubre la retirada de Eolo. Una buena combinación cuando el sol es casi omnipresente.