El hijo del cura

02 feb 2018 / 17:59 H.

Leovigildo Ginel Bellón lleva media vida descansando, pero hay otras dos vidas (casi un siglo a sus espaldas da para mucho) en las que ha trabajado de sol a sol para sacar adelante una familia más que numerosa y a la que ha colocado en buenos oficios, como él subraya orgulloso. Es de Segura de la Sierra y allí ha trabajado más de 40 años como administrativo en el Ayuntamiento. Ahora vive en Granada, pero no deja de ir a ver El Yelmo y a echar la ligaílla a una villa que lo adora porque Leo es campechanía, ocurrencia, inteligencia natural y, por si le faltaba condimento, poeta del pueblo. Es famosa su poesía autobiográfica como hijo del cura, que por primera vez recita a un medio de comunicación. Diario JAÉN inicia de la mano de su director un nuevo serial, solo para la web, que llevará por título: “Mis personajes favoritos. Las historias anónimas de Jaén contadas por Juan Espejo”. No se la pierdan, es una historia real, como la vida misma, con Leovigildo Ginel como único protagonista. Lo recita todo, lo cuenta todo; de las personas que trascienden su tiempo, Leo es un ejemplo de popularidad y cariño, mitad porque cuando las carreteras estaban como estaban él hacía “todos los papeleos” en la capital para los lugareños, mitad porque con ese desparpajo incluso a sus 97 años, no deja indiferente a nadie. El hijo del cura se muestra muy orgulloso de su padre.