España arranca con mala imagen el Eurobasket

La actual campeona firma un pobre partido y cae derrotada claramente (83-69) por una intensa Georgia

28 ago 2025 / 16:32 H.
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La selección española masculina de baloncesto empezó con mal pie su andadura en el Eurobasket que se está disputando en Letonia, Polonia, Finlandia y Chipre, tras perder claramente este jueves por 83-69 ante una intensa Georgia que sacó a la luz todas las debilidades actuales de la defensora del título. La actual campeona de Europa tuvo un mal estreno en Limassol y no dejó su mejor imagen en un partido donde prácticamente siempre fue a remolque del guión marcado por su rival, que finalmente pudo contar con su estrella Tornike Shengelia, cuyo nivel, como el de su equipo, fue creciendo a medida que aparecían las dudas en el bando de los de Sergio Scariolo. Las sensaciones de competitividad que habían aparecido en la preparación pese a las derrotas ante Francia y Alemania no se vieron en el Spyros Kyprianou Arena. Nadie tuvo un buen día, sobre todo los teóricos ‘primeros espadas’ como Santi Aldama, Willy Hernangómez, Juancho Hernangómez o Darío Brizuela, y el tiro exterior fue un lastre (7/32 en triple), mayor aún por la debilidad en el rebote ante el poderío georgiano (46 a 29, con 16 ofensivos del rival) y el poco tino desde el tiro libre (6/13).

Con Shengelia cogiendo ritmo tras su arritmia (13 puntos), los NBA Sandro Mamukelashvili (19, 7 rebotes y 6 asistencias) y Goga Bitadze (15) fueron claves ante una defensa española que tampoco funcionó, sobre tras una segunda parte en la que encajó 46 puntos. La derrota complica las dos primeras plazas y obliga a España a no fallar este sábado ante Bosnia-Herzegovina. La incógnita sobre Shengelia se desveló pronto y la estrella georgiana jugó, incluso en el cinco inicial. Su impacto inicial no fue demasiado decisivo, pero Georgia tampoco lo acusó en exceso ante una España que no arrancó demasiado bien, con poco acierto exterior, problemas para atacar en estático a una muy física defensa rival y cometiendo demasiadas pérdidas (ocho al descanso, seis en el primer cuarto). Los triples no entraban y, Georgia, sin demasiado acierto, se agarró a buenas acciones de Kamar Baldwin para meter algo de miedo de inicio (19-9). Para entonces, Scariolo ya había pedido un tiempo muerto ante los problemas en ataque y la mejora y los primeros aciertos de tres (Parra y Saint-Supèry), permitieron atajar ese despegue al final del primer cuarto (20-17).

El segundo periodo no varió demasiado el guión. Los georgianos compensaban con su intensidad atrás, su irregularidad en ataque, y la actual campeona, pese a que lograba igualar, continuaba a remolque del escenario dibujado por su rival, favorecido además porque desde muy pronto lograba que los españoles se pusiesen en bonus. El ataque era un tormento para el equipo de Scariolo, privado también de la mejor versión de jugadores importantes como Aldama, Juancho Hernangómez y Brizula y que sólo encontraba cierta comodidad cuando podía poner velocidad. En medio del duelo en la ‘pintura’ entre Bitadze y Willy Hernangómez, los de Alexander Dzikic volvieron a coger una pequeña renta (31-26), y aunque España y reaccionó y se puso por fin por delante (32-33), al descanso mandaban (37-35) los georgianos tras un triple de Shengelia y una canasta trabajada de Brizuela.

España, sonrojada

La vuelta al parqué no trajo buenas noticias para la defensora del título. Shengelia apareció y con seis puntos volvió a comandar la amenaza georgiana (46-38). Aldama, en sus mejores minutos, lideró la réplica (46-44), pero la falta de acierto, el problema en el rebote y las pérdidas volvieron a ser una losa para España. Georgia no lo perdonó e hizo volver a saltar las alarmas (53-44). Scariolo llamó al orden para buscar la reacción, pero tampoco ayudaron entonces demasiado los fallos desde la línea del tiro libre y por ahí se fueron puntos importantes para que la selección hubiese llegado no tan urgida para los diez minutos finales (57-49).

Scariolo apostó por una zona para recuperar opciones y la fórmula surtió efecto gracias a cinco puntos seguidos de Juancho Hernangómez, una canasta al contragolpe de López-Arostegui y otra más de Pradilla. Un 61-58 que devolvía las esperanzas, pero que, una vez más como en toda la tónica del choque, fue un espejismo.

Georgia se rehizo apoyado en sus mejores jugadores, mostró entereza y replicó con un 6-0 para volver a traer todos los nervios al bando español, ajusticiado e incluso sonrojada (78-62) por el acierto de Bitadze, verdugo final de un mal partido que pone a la campeona ya en la sala de urgencias demasiado pronto.

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