“Segurología”: Ignacio Martínez sí es profeta en su tierra

La Sala 80 Aniversario de Diario JAÉN ha acogido esta tarde-noche una nueva presentación de la reedición de “Segurología”, del abogado Ignacio Martínez. En el acto han participado Juan Manuel Jerez, maestro; Elena Sánchez, profesora y “serrana de corazón”; y Josan Martínez, sanitario y hermano del autor, del que se cumplen algo más de tres años de su fallecimiento. Decenas de personas, familiares, amigos, conocidos y quienes, sin conocerlo, han querido hacerlo, se han pasado esta tarde por las instalaciones del periódico para disfrutar de un encuentro con el héroe de cientos y cientos de serranos.

El director de Diario JAÉN, Juan Espejo, ha abierto la presentación con una oda al espíritu segureño de Ignacio Martínez y las similitudes con el genio que mueve el quehacer del periódico cada día. Tras él, ha intervenido Luis Jesús García-Lomas, gerente de la Fundación Caja Rural de Jaén, que se ha mostrado encantado de haberse embarcado en la aventura de reeditar “Segurología” y ha ilustrado la apuesta de la entidad financiera por los territorios tradicionalmente olvidados —como es el caso de la Sierra de Segura de la que habla el libro— gracias a la red de oficinas que dan cobertura a todos los jiennenses independientemente del municipio donde vivan.

Los tres protagonistas, con permiso de Ignacio Martínez, han disertado sobre él hasta trazar el retrato de alguien con un compromiso por lo común como pocos. De ahí nació “Segurología”, del que Josan Martínez ha dicho lo siguiente: “Si la Sierra de Segura pidiera alguna vez la independencia, este libro sería su biblia e Ignacio su profeta”. Quien lo verbaliza, lo rescata de las impresiones de David, un amigo del instituto. Por su parte, Elena Martínez, serrana de adopción y “de corazón”, como se ha dicho, ha enumerado todos y cada uno de los aspectos de “Segurología” que “la conectan” con el terruño, pero ha destacado especialmente lo que, como mujer, le generó un pellizco en las entrañas: “Habla de su madre y cuenta que trabajaba muchísimo. Dice él en el libro: ‘Ella ejercía una especie de autoridad espiritual que todo el mundo respetaba. Cierto que su rol femenino la tenía relegada a un segundo plano, pues entonces no se discutía de género ni de ‘génera’, pero si algo no se hacía como ella quería, quitaba las tonterías de momento [...] No era especialmente simpática y tenía motivos para eso, pero las pocas veces que se reía, iluminaba toda la casa, que a mí me alimentaba más que la comida’”. Finalmente, Juan Manuel Jerez ha hecho un repaso más preciso por Segurología y lo que supone enfrentar al ser humano con la normativa, algo que no suele acabar bien, o sí.