Roldán y Marín baja el telón de la Feria del Libro de Jaén
El programa clausura tras diez días de presentaciones literarias y buen ambiente

La calle Roldán y Marín volvió a convertirse durante diez días en el corazón literario con motivo de la Feria del Libro. Desde su inauguración el viernes 9 de mayo, el emblemático paseo acogió a miles de visitantes, casetas, decenas de autores y una extensa programación de actividades culturales para todos los públicos. Una cita que, en palabras de organizadores y libreros, superó las expectativas. “Estamos muy contentos con el resultado”, señala Paco González, organizador de la feria. “Ha habido mucha afluencia, tanto en las actividades como en el propio paseo por la feria. La acogida del público ha sido muy buena y los expositores están satisfechos. En comparación con el año pasado, creemos que hemos mejorado en todos los indicadores: más participación, más ventas y más presencia en las redes sociales”, añade.
La feria estuvo marcada por una oferta variada que incluyó presentaciones de libros, firmas, cuentacuentos, talleres escolares y encuentros con autores. Con 24 casetas repartidas a lo largo de la céntrica vía, editoriales, librerías y entidades ofrecieron una amplia selección de títulos para todos los gustos.
Uno de los puntos fuertes de esta fiesta literaria fue la interacción directa entre los autores y los lectores. Desde nombres muy conocidos hasta escritores emergentes, pasaron por la feria para presentar sus nuevas obras, firmar ejemplares y dialogar con el público.
Pese a que no es una de las ferias más grandes del circuito nacional, es valorada positivamente por su ambiente acogedor y su capacidad de fidelización. “Es una feria pequeñita, pero precisamente eso es lo que me gusta”, destaca Beatriz Codina, de Henko ediciones. “Está bien ubicada, es fácil moverse por las casetas y, lo más importante, la gente de Jaén es lectora, te recuerda de otro año, vuelve a pedirte recomendaciones... Eso no tiene precio”, añade.