Raúl Israel López Zafra: Un tesoro oculto entre historia y arte

El alcalaíno muestra el valor de la moneda hispano-árabe

11 ago 2025 / 07:00 H.
Ver comentarios

LA ENTREVISTA

El alcalaíno, Raúl Israel López, ha convertido su afición por la numismática en una especialización reconocida. Nacido en 1991, comenzó a interesarse por las monedas con apenas 11 años, cuando las reuniones de coleccionistas organizadas por el Ayuntamiento y un comerciante local le abrieron las puertas a un mundo que acabaría marcando su vida profesional. Desde aquellos primeros intercambios, López Zafra ha recorrido un camino mayoritariamente autodidacta, en el que ha realizado cursos que le han ayudado a entender la moneda hispano-árabe.

—¿Cómo empezó su afición por el mundo de la numismática?

—Llevo enfocado en la moneda desde que tenía aproximadamente 11 años. Aquí en Alcalá la Real había bastante afición al coleccionismo, y todo empezó gracias a un hombre que tenía una tienda y a una iniciativa del Ayuntamiento: organizar una serie de encuentros entre coleccionistas, que no eran mercadillos, sino reuniones que tenían lugar en la plaza del Ayuntamiento o en el Palacio Abacial. Esos fueron mis primeros pasos como coleccionista de monedas. Desde hace unos diez años me dedico especialmente a la moneda hispano-árabe. Vi la necesidad de ampliar mis conocimientos, así que realicé un curso de árabe clásico para historiadores, lo que me ha permitido comprender mejor las monedas desde un punto de vista académico.

—¿Recuerda cuál fue la primera moneda que adquirió?

—Sí, fue una peseta de Franco, la llamada “La rubia”. La encontré en un cajón de casa; se la habían regalado a mi hermano. Tenía unas alteraciones químicas muy populares en los años 90 que le daban un color de arcoíris. Me llamó mucho la atención. En esos inicios, quien me hizo enamorarme de la moneda medieval árabe fue Manuel Pina Castro, anticuario afincado en Alcalá con orígenes sevillanos. Durante 20 años prestó al museo una colección excepcional de 600 piezas califales, una de las mejores de Andalucía.

—¿Qué significado personal tienen para usted las diferentes monedas hispano-árabes?

—Son historia palpable. Al no poder tener representaciones y haberse perdido gran parte de las fuentes escritas, estas monedas son realmente documentos oficiales que nos hablan de Al-Ándalus: nombre del califa, año, ceca, títulos, ministros... Las monedas son cultura en la mano.

—¿Cuál ha sido la pieza más difícil de conseguir para usted?

—La más complicada de conseguir hasta ahora es una que me acaba de llegar ahora mismo. Se trata de un dirham de plata del año 110 de la Hégira, del período de gobernadores. Es una pieza extremadamente rara y la adquirí de una casa de subastas norteamericana, hace un mes en la Convención Internacional de Madrid. Esa es la pieza que más ilusión me ha hecho.

Cultura