Markel Hernández: “Necrópolis”, luto convertido en belleza
El poemario se alzó con el Premio Internacional de Poesía Arcipreste de Hita de Alcalá la Real

LA ENTREVISTA
Markel Hernández Pérez escribió su tesis sobre el compromiso político en el teatro español en la Universidad de Granada. Colabora con la compañía granadina Mitra Teatro y ha escrito obras dramáticas entre las que destacan Tabú: Las cosas que nunca dijimos y Vivir de alquiler mas el Orden natural, entre otras. Ahora ha creado un poemario que versa sobre el duelo y la muerte: Necrópolis. Lo empezó a escribir tras ver cómo su tía Juani se apagaba y finalmente fallecía, informa José Joaquín Amador.
—¿Qué supuso para usted ganar el premio Arcipreste de Hita en su categoría profesional?
—Estoy muy contento, principalmente por el premio que supone publicar en la editorial Pre-Textos, porque es una de las tres principales editoriales de poesía de España. Entonces ese es la auténtica recompensa, la visibilidad que te aporta, una buena distribución a nivel español y también a nivel hispanoamericano.
—¿Con qué expectativas participó en este certamen y cómo recibió la noticia del galardón?
—Expectativas ninguna, porque yo procuro, cuando termino un libro, enviarlo a distintos certámenes, sacrificar el texto y mandarlo, probar suerte, fracasar y aprender de los errores. Si no has ganado un certamen, significa que el manuscrito requiere de revisiones. Entonces volvemos a escribir y reescribir. Así que no me lo esperaba en absoluto. Fue una gran sorpresa cuando me llamaron para decirme que había conseguido el premio. Me puse a llorar, principalmente por el vínculo emocional que tengo con el libro, ya que trata sobre la muerte en general y la muerte de mi tía en particular. Me pareció muy emocionante poder hablar del duelo y de la pérdida de los seres queridos.
—¿Qué temática principal aborda el poemario premiado y qué le inspiró a escribirlo?
—El libro trata directamente sobre la muerte. Lo empecé a escribir a partir de la muerte de mi tía Juani. Fue la primera vez que vi morir a alguien con mis propios ojos. A partir de esa experiencia empecé a escribir sobre su muerte, cómo la acompañamos entre toda la familia, los ritos fúnebres que siguieron, y también investigué sobre otros ritos en distintas culturas del mundo: América, Asia, Oceanía, África y Europa. Me interesó cómo distintas culturas se relacionan con la muerte, no desde un punto de vista tan triste como en la cultura cristiana occidental, sino desde una perspectiva más festiva o alegre, donde la muerte se celebra como un tránsito y se recuerdo como una alegría.
—¿Qué mensaje le gustaría que el lector se llevase al leer su obra?
—Que mi obra logre llevar un mensaje diferente sobre la muerte a todo el que la lea. Debemos recordar a nuestros muertos con el mismo amor que les dimos en vida.