José Ángel Cifuentes y la memoria de un abogado “defensor” de Segura
Se reedita la obra cumbre del segureño Ignacio Martínez que se presenta mañana, a las 22:00 horas, en Siles
LA ENTREVISTA
Hay personas que se van demasiado pronto, como lo hizo Ignacio Martínez, abogado, escritor y defensor a ultranza de su tierra, la Sierra de Segura. El autor de “Introducción a la Segurología”, recibirá un sentido homenaje en las vísperas del tercer aniversario de su muerte con la reedición de este escrito. José Ángel Cifuentes, amigo y cuñado de Ignacio Martínez, recuerda con cariño su figura, haciendo un repaso de lo que fue su vida y sus textos, ahondando en la persona y el personaje, y transmitiendo su admiración por él.
—¿Cómo definiría usted a Ignacio Martínez López?
—Ignacio fue un personaje sui generis (Ríe). Nació en 1963 en Siles y falleció muy pronto, el 16 de septiembre de 2022. Era una persona inteligentísima, que trabajó siempre por la Sierra de Segura, aunque en los últimos tiempos se mudara a Vera (Almería). Hizo Derecho en Barcelona y después realizó Filología Eslava en la Universidad de Granada. Era un lector empedernido, un gran persona.
—¿Qué significa y representa “Introducción a la Segurología”?
—Este libro es una carta extensa de amor y dolor hacia su tierra, hacia una generación de personas humildes que la habitaron, que la trabajaron y que en muchos casos, la perdieron. Ignacio entrelaza sus vivencias personales y las de su familia con la historia de los cortijos en la Sierra de Segura, concretamente, donde él se crió, en un cortijo de la aldea de las Acebeas. Destacaría que su familia fue importantísima en su vida, y sobre todo, su madre, a la cual definió como una mujer luchadora y muy sabia.
—¿Cómo se compone su obra?
—El libro se divide en cuatro partes, en cuatro actos, podríamos decir. En el primero y el cuarto, relata sus vivencias personales. Por ejemplo, el cuenta lo duro que fue la desaparición de su escuela rural y su internamiento en Siles, algo que lo marcó. Después, la segunda parte es más ensayística, en la que relata la defensa que hizo por la propiedad de las gentes que vivían en la sierra. Y la tercera es más técnica, más jurídica, en la que presenta argumentos con los que combate a las administraciones. Ganó muchas batallas legales a la Junta de Andalucía, incluso alguno de los casos que representó como abogado, llegaron hasta el Tribunal Supremo.
—¿Qué cree usted que diría sobre su obra el autor?
—Ignacio diría: “Ves cómo yo llevaba la razón”. Para él sería una muestra de que sus planteamientos están vigentes. Seguro que estaría muy orgulloso y contento.
—¿Cree usted que se honra su memoria con esta reedición?
—Sin duda. Ignacio Martínez convirtió el olvido en memoria viva. Nos recordó que nuestras casas, por humildes que sean, merecen respeto. Y nuestras historias merecen ser contadas.