Paella

07 ago 2016 / 10:00 H.

La paella tiene su historia vinculada al uso del arroz en la zona mediterránea. Gracias a las incursiones índicas de Alejandro Magno, el arroz se introdujo en Europa procedente de Asia en torno al año 330 a.C. La palabra “paella” en valenciano significa “sartén”, siendo este recipiente quien prestó el nombre a este plato típico valenciano. Otra versión habla de un cuento romántico en el que un hombre preparó paella para ganarse el cariño de su novia. En castellano puede ser una derivación de “por ella” o “para ella”. En España, generalmente, cocinar ha sido trabajo de mujer. Como curiosidad, la paella tradicionalmente es cosa de hombres. No existe una receta única, pero entre la multitud de ingredientes que puede llevar: pollo, conejo, habicholillas, garrofón, tomate, arroz, aceite de oliva, azafrán, ajo, alcachofa, pato, pimentón, caracoles, romero, agua, sal,... , es cierto que cada región, e incluso cada hogar, adapta su elaboración a los productos locales y a sus gustos. Pero básicamente se divide entre: paella de carne, de marisco o mixta.

Elaboración

INGREDIENTES.

Aceite de oliva virgen extra (AOVE), ½ conejo, 2 muslos de pollo, pimiento verde, pimiento rojo, habicholillas, 5 dientes de ajo, 3 tomates rallados, azafrán en hebra, azafrán de color, nuez moscada, pimienta, 1 pastilla de caldo concentrado, arroz redondo y agua.

PREPARACIÓN.

En una paellera verter el aceite de oliva y la carne troceada. Es importante freír bien la carne, de ello va a depender el sabor final.

Lavar y trocear los pimientos y las habicholillas. Freír junto a la carne. Incorporar los ajos picados. Cuando estén tiernas las verduras, añadir el tomate rallado. Freír. Añadir el agua, las especias y la pastilla de caldo. Dejar hervir 10 minutos. Incorporar el arroz y dejar cocer entre 18 y 20 minutos.

Dejar reposar tapada con un paño grande, ganará en sabor.

REPARACIÓN.

El azafrán puedes echarlo en un vasito con agua para que, además de dar sabor, aporte color. El sofrito es muy importante. Mejor al fuego que en vitrocerámica. Puedes prescindir del caldo concentrado, para ello: prepara un caldo de verduras, un caldo de carne o un caldo de marisco. Para un vaso de arroz, dos de caldo o agua. ¡Buen provecho!