Las grandes alcuzas de Jaén

Baeza, Villacarrillo, Úbeda, Alcalá, Mancha Real, Villanueva del Arzobispo y Alcaudete, con más de 16 millones de kilos, fueron los mayores productores de campaña oleícola 2021-2022
Extensiones casi interminables del cultivo por excelencia de la provincia se extiende por las diferentes comarcas, sobre todo por las áreas de campiña.
Juan Rafael Hinojosa

El tamaño importa, y mucho, cuando se habla de la cosecha de aceituna y, por ende, de producción de aceite, máxime si se trata de un año como el actual en el que los precios de zumo son razonables. Los datos estadísticos de la campaña 2021-2022, facilitados por la Junta de Andalucía, son ilustrativos de la situación del cultivo estrella jiennensense. Finalmente, la producción total de la provincia superó los 495 millones de kilos de aceite, una cifra media. Pues bien, siete de los 97 municipios que la conforman —que ocupan en torno a 1.610 de los 13.496 kilómetros cuadrados del territorio— totalizaron cerca de la tercera parte del total, con la friolera de 141.538.638 kilos. Son, por tanto, las grandes alcuzas o los siete magníficos del aceite de Jaén y, por tanto, vitales para la cosecha andaluza, española e incluso de ámbito mundial.

Si se entra en detalles, la medalla de oro correspondió a Baeza, con algo más de treinta millones de kilos de aceite. La plata correspondió a Villacarrillo, con 24,69, y el bronce para Úbeda, con 18,27. Prácticamente, en un pañuelo, y por este orden, van por detrás, Alcalá la Real, con 17,87; Mancha Real, con 17,13; Villanueva del Arzobispo, con 17,08, y Alcaudete, con 16,41. Con ligeras oscilaciones, es un escenario que se mantiene desde hace unos años. Por tanto, el eje de los grandes productores de aceite de oliva se encuentra en las comarcas de La Loma, la Sierra Sur y Las Villas.

El análisis de los datos oficiales daría para escribir un libro, pues está lleno de matices y circunstancias exclusivas de cada temporada. Para empezar se trata de cifras de molturación, de manera que la aceituna que llega a las almazaras o las cooperativas de un municipio puede proceder de otros cercanos y en casos como Alcalá, incluso de otras provincias. No obstante, el examen de la información muestra, en primer lugar, que los grandes productores son, en general, los municipios con mayor superficie, si se excluyen algunos como Santiago-Pontones o Andújar, donde el cultivo no ocupa la mayoría del término —de hecho en el primer caso, este árbol es casi testimonial—. Es llamativo el caso de Mancha Real, con 97 kilómetros cuadrados produce tanto o más como términos que son más del doble de grande. En este caso, una parte significativa llega desde fuera de sus límites. En segundo lugar, se evidencia que las áreas con más regadío, sobre todo si, además, coinciden con la campiña, son las que producen más, con excepciones como Alcalá, donde la irrigación es minoritaria, aunque su cima más fresco compensa estos aportes hídricos externos. La entrada en producción de nuevas plantaciones también supone un factor que debe tenerse en cuenta y que impulsa a municipios, como el alcalaíno donde todavía no existe el monocultivo oleícola.

Desde el Centro de Interpretación Olivar y Aceite, su presidente, Javier Gámez, confirma que en el volumen total de cada municipio influye de forma determinante el tamaño del término productivo. “Si vemos la PAC, los derechos históricos en La Loma son los más altos”, manifiesta. Subraya, en este sentido, la presencia de “tierra muy favorable” y del acuífero de lleva el nombre de la comarca, a lo que se añade la presencia del Guadalquivir. Otro elemento que configura el tablero es la presencia de grupos, cooperativas de segundo grado que concentran la molturación y el envasado en puntos concretos para optimizar gastos. Por ejemplo, la cooperativa villacarrillense Nuestra Señora del Pilar está considerada la líder mundial en fruto recibido y convertido en zumo de oliva. Gámez resalta que Úbeda ha bajado un poco por la crisis de La Unión, que ha supuesto disgregar la oferta.

balance. La delegada territorial de Agricultura, Soledad Aranda, pregunta por este periódico, manifestó que la campaña 2021-2022 fue “tranquila, segura, sin incidencias y rápida por la ausencia de lluvias”. Valoró que, merced a los altos rendimientos, se ha “clavado” el aforo, pues las 480.000 toneladas se rebasaron en un 3%. Además, las propias circunstancias de la recolección, con mayoría de fruto de vuelo, favorecieron la calidad de los zumos. El aceite de la provincia supone alrededor del 40% de toda Andalucía. Por otro lado, Aranda resaltó las elevadas salidas del género a los mercados, en el primer cuatrimestre, con más de 100.000 toneladas mensuales. Además, valoró que los precios, próximos a 3,5 euros, son justos. No obstante, lamentó el estrés hídrico y el efecto del calor en el cuajado, así como el encarecimiento de materias primas y suministros. Criticó que el Ministerio no rebaje los módulos.