Juan Juárez Olmo promueve una sociedad en libertad con sus litografías históricas

El artista afirma que sus obras enseñan que “se debe luchar por la democracia”
El artista Juan Juárez Olmo junto con algunas de sus más de seiscientas litografías.
Adrián Claudio Bonache

LA ENTREVISTA

Arte como herramienta de concienciación. A sus 74 años, Juan Juárez Olmo dedica parte de su tiempo en la elaboración de litografías históricas que reflejan los sucesos de la dictadura y las injusticias cometidas en el ámbito internacional. No obstante, tiene un interés especial por las desoladoras situaciones que se vivieron durante el franquismo en su pueblo, Escañuela. Para que no caigan en el olvido, Juárez expondrá sus obras por tercer año en el Centro Social del municipio jiennense desde el 31 de julio hasta el 4 de agosto.

—¿Cómo comenzó su interés y pasión por la litografía?

—A los 12 años ya tenía interés por el arte, y empecé a hacer figuras. Lo dejé paralizado por las circunstancias de la vida, pero cuando me aproximé a la jubilación lo volví a retomar. Ahora que estoy jubilado ha aumentado mi interés porque le puedo dedicar mucho más tiempo. La grabación en piedra me parece una forma de expresión muy bonita.

—¿Qué mensaje trata de plasmar en sus obras?

—Mi interés surge por combatir las injusticias que hay en todos los sitios, sobre todo en la clase obrera y en la mujer. Por eso, plasmo en la litografía los sucesos que ocurrieron en mi pueblo y alrededores, que fueron tremendos. En la dictadura, la gente moría de hambre y se comía los animales muertos por no tener otra cosa. En Escañuela murieron de hambre más de 50 personas. Lo único que querían era comer. Y, por otra parte, también le doy mucho valor a la mujer, porque tenía que llevar adelante a la familia, cuidar de los hijos, mantener la casa y, encima, trabajar en el campo para conseguir algunos ingresos más.

—¿Cuántas obras albergará la exposición en Escañuela y qué le gustaría conseguir con ellas?

—Posiblemente 103. Ocuparemos todo el salón de exposiciones. Me gustaría que, cuando me tenga que marchar de la vida, queden expuestas, porque es algo interesante y creo que pueden ayudar a las generaciones venideras a comprender que no se puede volver al pasado, que no piensen que esa etapa fue mejor. Ese mensaje es totalmente incierto. Quiero que mis litografías enseñen que hay que tener un respeto a los demás y que debemos defender la libertad y la democracia por el bien de la humanidad. Es algo que no solo surge a raíz de la dictadura en España, sino que también lo estamos viendo hoy en Gaza o en parte de Europa. Es una pena que solo se piense en el lucro económico. Mis muestras están para denunciar precisamente eso.

—Tiene un profundo interés en concienciar en el bienestar social. ¿Cómo vivió la dictadura?

—Las ideas que plasmo en mis trabajos son la que tengo desde que era un niño, prácticamente. Vengo de una familia republicana, y no puedo comprender cómo pudo haber tantas muertes en la dictadura. Todo por mandar, dominar y enriquecerse. Por eso quiero concienciar en que volver al pasado es un error, porque es ver cómo las personas mueren de hambre, cómo se desploma la vida de la gente y ver la sangre correr por las calles para nada. No sirvió para nada, solo hizo daño, pero no mejoró la vida de los ciudadanos. Fue tremendo vivir tantos años de suspensión de libertades y derechos mientras Europa se decantaba por la democracia. Por todo esto, mis litografías expresan la necesidad de asegurar derechos, que para cuatro días que vivimos tenemos que ser felices.