Confinamiento en plena naturaleza, en Sierra Morena

    30 may 2020 / 10:25 H.

    El hierro Valdeolivas con sangre Jandilla está repartido desde hace unos años en dos fincas, la de Vilches, junto al pantano del Giribaile, en la que están criándose y creciendo los añojos, erales, utreros y cuatreños para futuras corridas de toros o novilladas y la finca de La Carolina, donde pastan los sementales y las vacas y desde allí son trasladados hasta la finca Riego. Es en estas dos dehesas donde la familia de Juan Pablo Jiménez Pasquau ha pasado el confinamiento, casi tres meses, que una vez permitidas las tientas por la autoridad gubernativa han sido un ir y venir de gentes del mundo del toro, entre ellos el linarense Curro Díaz, de siempre presente en las tientas de este hierro.

    Las nuevas tecnologías han permitido a la segunda y tercera generación, que vive en Madrid, poder teletrabajar y estudiar y hacer los deberes y pasar un tiempo complicado para el país de contagios y fallecimientos, completamente alejados de cualquier foco del problema, en plena Naturaleza.

    Confinamiento en plena naturaleza, en Sierra Morena

    LA FAMILIA. El patriarca Juan Pablo junto a su esposa, Carmen, su hija Pepa y su yerno Rafael y los cuatro hijos/nietos: Rafael, Pepa, María y Juanito, a la sombra de unos árboles en la finca de ganado bravo de Vilches.