Rendidos ante la patrona

La Virgen de las Encinas pasea por las calles rodeada por centenares de vecinos

20 sep 2019 / 16:43 H.

Cuatro largos meses tuvieron que pasar para que Nuestra Señora la Virgen de la Encina volviera a procesionar por las calles bañuscas y, con ella, el inicio de las Fiestas de los Esclavos, unos días que tienen un único carácter religioso y que se celebra desde que se unificaron las dos hermandades de los Santos Patronos, la de la Virgen de la Encina y la de Jesús del Llano. Tres días en los salen a las calles las imágenes de los patronos y la de San Mateo, que lo hará mañana.

Baños de la Encina respira solemnidad estos días, a la vez que fe y un tímido ambiente festivo que no deja de estar presente al celebrar uno de los días grandes en honor a los patronos del municipio. No se pierde la tradición en este día en el que sale la Virgen que lleva el “apellido” del pueblo y que, según cuenta la leyenda, fue encontrada por un agricultor mientras labraba, cuando escuchó a alguien entre unas enormes encinas, pero lo que encontró fue una figura de madera y no a una persona.

Es por ello que esta Virgen se convirtió en la patrona municipal y procesiona cada segundo domingo de mayo y los 19 de septiembre, tras la celebración de su Novena tras diez días.

Después de una eucaristía en su honor, la imagen de la Virgen de las Encinas partió desde la iglesia de San Mateo para realizar el recorrido habitual. Portada por mujeres y hombres, como es tradición, y sobre un solio adornado con flores rosas y amarillas, la patrona salió a la calle. Vestida con su manto velo blanco, con detalles en dorado, portando su cetro y su corona, fue iluminando las calles de Baños de la Encina a su paso en un día en el que las nubes hicieron mirar al cielo durante horas, pero que al paso de la Virgen se abrió para que los bañuscos pudieran disfrutar de la patrona en su máximo esplendor.

Las campanas de la iglesia repicaron durante el poco más de una hora que la imagen de la Virgen recorrió las calles del municipio, fue el sonido de fondo constante, junto al rimo de la banda que acompañó el paseo. Intermitentes sonaron los “vivas”, “guapa” y el himno a la patrona, que resonó a la salida de la iglesia, donde más gente se agolpó para ver a la patrona.

Un recorrido solemne en lo formal, pero donde la alegría residía en las caras de los bañuscos, que se iluminaban al ver pasar a la Virgen de la Encina bajo sus balcones o por las puertas de sus casas.

Hoy será el turno para el patrón del municipio, Jesús del Llano, en un día que cumplirá el mismo ritual que le de ayer: a las ocho de la tarde se celebra la misa para su posterior procesión, aunque en esta ocasión será en la ermita de Jesús del Llano, en lugar de en la parroquia de San Mateo.