Y el Sol brilló en el interior

Un municipio muy decorado celebra una misa y procesión del Corpus con sentimiento

15 jun 2020 / 13:12 H.
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Era un día especial y así se sintió entre los vecinos de Villacarrillo, que celebraron la festividad del Día del Señor con dos actos litúrgicos muy especiales. Todo ello en una iglesia de Nuestra Señora de la Asunción muy adornada, gracias a la colaboración de las cofradías que tienen sus imágenes en las capillas, que ofrecían un aspecto inmejorable.

La iglesia de Nuestra Señora de la Asunción acogió una eucaristía a la que acudieron una confluencia de personas notoria, motivada entre otras cosas por el aumento del porcentaje de aforo que permiten las autoridades sanitarias en estos templos. En este caso, quienes acudieron a la misa podían sentarse ocupando tres puestos de cada banco.

Con esta expectación comenzó la misa, oficiada por el párroco Andrés Nájera Ceacero, quien invitó a todos los presentes a una reflexión llena de sentimiento en un periodo tan difícil como el que está dejando esta pandemia de la covid-19 en todas las familias de nuestra provincia.

RECORDAR, COMER Y UNIR. En estas tres palabras se sustentó la segunda parte de su homilía. Tres palabras en las que se construye la fe en Dios. Antes, el párroco quiso recordar las orígenes de esta fiesta ancestral y uno de los días más importantes del pueblo cristiano. En concreto, en el siglo XII se instituyó esta fiesta y ya durante el Concilio de Trento, en el siglo XVI, se ratificó la importancia de esta veneración. “En Villacarrillo, tenemos constancia que en 1.364 ya se celebraba esta fiesta con una participación extraordinaria por parte del Cabildo Municipal”. Andrés Nájera también quiso reconocer el papel que desarrollaron en esta fiesta Adoración Nocturna Española: “Desde su fundación a principios del siglo XX ha hecho tanto por el Corpus de Villacarillo”. Al mismo tiempo, también quiso ensalzar la labor de Cáritas, que tal y como describió el párroco, es tan importante en estos momentos difíciles.

Para cerrar su homilía, el párroco de Villacarrillo desgranó el significado de tres palabras clave para adentrarse en el misterio de esta celebración: recordar, comer y unir. Sobre la primera palabra, Nájera quiso demostrar que la memoria es fundamental para recordar todos los buenos actos que hace Dios cada día por los cristianos: “Algunas veces nos quedamos con lo malo, no lo vamos a negar, pero recuerda el amor que Dios de tiene”. Sobre la segunda, el párroco detalló la consagración de Cristo a través del pan y el vino: “Al comer su cuerpo, su vida y la nuestra se funden”. Por último, Nájera recordó que esa unidad se ejemplifica en los ejemplos de solidaridad vividos en esta pandemia. Gestos ver como hermanos a todos, como las personas como la que ha perdido su trabajo.Pese a la suspensión de la procesión: “Dios estará presente en cada una de nuestras casas, de nuestras familias”. El municipio lució un aspecto especial, con casas decoradas con colgaduras, algunos altares y alfombras.

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