Vites: el ímpetu de unos jóvenes que desencadenó la nueva tradición
La pandemia del año 2020 paralizó por completo las actividades festivas de la pedanía de Santiago-Pontones, pero este año regresan por todo lo alto

Poco antes de alcanzar la provincia de Albacete, en el límite de la frontera jiennense, se encuentra Vites, una pedanía perteneciente al municipio de Santiago-Pontones. La historia de sus fiestas estivales es curiosa, pues no surgió con un santo o virgen como eje, a pesar de que sus habitantes rinden tributo a la Virgen de la Milagrosa. Según narran las gentes del lugar, hace unos 30 años, un grupo de jóvenes inició el desarrollo de una festividad, en la cual todos los vecinos aportaban su granito de arena, de forma económica. A partir de ese presupuesto, se reunía todo lo necesario para llevar a cabo la celebración. Una celebración cuya única finalidad, era reunir a todos. Con el paso del tiempo, esos jóvenes crecieron y, por diversos motivos, abandonaron la aldea. La fiesta siguió adelante, con sus altibajos, hasta que en 2020, a causa de la pandemia, dejó de realizarse de forma indefinida.
Sin embargo, este mismo año, de nuevo unos jóvenes de la pedanía, decidieron que era hora de retomar esta iniciativa. Y así lo hicieron. Con la cercanía de la fecha anunciada, eran muchos los que pasaban por Pontones y Santiago de la Espada, para dirigirse hacia el extremo oriental de la provincia de Jaén. Una vez llegaban, los recuerdos afloraban, al volver a pisar las calles en las que crecieron. Todo estaba dispuesto para las dos jornadas festivas que incluirían diferentes actividades. La primera noche se animó a los asistentes a subir al escenario para que demostrasen sus dotes con el micrófono o, simplemente, echar unas risas. En el segundo día, llegaban los platos fuertes, gracias al juego de los bolos serranos, muy popular en la zona de la sierra, y a una verbena que se alargó, hasta bien entrada la madrugada, amenizada por el Grupo Tivoli.
Al regresar después de más de cinco años, los habitantes de Vites y quienes regresaron disfrutaron con ganas y como nunca de sus festividades. Según algunos vecinos, les gustaría llevar a cabo otras iniciativas, como una procesión, en honor a su virgen, con una correspondiente misa y, por supuesto, también acompañada de festejos similares, en lo que será una nueva fecha en el calendario. Hablar del Jaén desconocido es ahondar aún más en el Jaén siempre rural, porque si a veces no sabemos de la existencia de nuestros propios municipios, menos aún de aldeas recónditas.