Villanueva reduce su polución hasta el borde de lo permitido

Villanueva del Arzobispo consigue rebajar en la última semana sus niveles de contaminación atmosférica hasta situarlos muy cerca del umbral diario establecido por la normativa europea de 50 microgramos por metro cúbico de partículas PM10. Así lo indican los últimos datos registrados por la Consejería de Agricultura, Ganadería, Pesca y Desarrollo Sostenible y el Ayuntamiento del municipio. De hecho, el pasado viernes el nivel de emisión de estas partículas fue de sólo 26 microgramos por metro cúbico, hecho que convirtió aquel día en el primero de todo el año en el que Villanueva no sobrepasó el límite permitido. Desde entonces, el sábado se registró de nuevo una cifra negativa, de 58 microgramos, y aunque el domingo subió hasta 76, volvió a remitir un día después hasta los 57, y, de igual forma, el martes, hasta los 52. Aunque las cifras no volvieran a ser tan buenas como las del viernes, los últimos niveles registrados contrastan con los recogidos durante la primera semana de enero, en la que incluso el día 7 se alcanzaron los 101 microgramos por metro cúbico de PM10. El martes, desde el Ayuntamiento se compartieron varias fotos de medidores junto a centros educativos del municipio que registraban que la calidad del aire en esas zonas era buena. Además, se quiso destacar que, a pesar de que el lunes fue “un día de condiciones meteorológicas muy desfavorables”, el límite de contaminación “apenas” se sobrepasó, por lo que se volvió a agradecer a la ciudadanía su “esfuerzo y concienciación”.

A pesar de ello, como suele decirse, “una cosa no quita la otra”, y no hay que obviar el otro dato apuntado al respecto de esta situación: en lo que va de año, sólo ha habido un día en el que el nivel de contaminación se situó por debajo del umbral establecido por Bruselas. Ello significa que, de los 35 días anuales en los que se permite sobrepasar ese límite, y a falta de que hoy se conozca el Índice de la Calidad del Aire (ICA) de ayer, el municipio ya ha agotado trece en sólo dos semanas. Si esta circunstancia diaria volviera a repetirse más de 35 veces en todo el año —en 2019 ocurrió 63 veces—, la Comunidad Europea podría imponer sanciones a Villanueva.

Según se explicó la semana pasada desde el Ayuntamiento, no será hasta marzo, con la llegada de la primavera y la disminución del uso de calefacciones domésticas, cuando los niveles de contaminación comiencen a remitir, y, por tanto, a mejorar de forma estable la calidad del aire. “Villanueva es el pueblo más controlado de toda España en este sentido. Tenemos unos diez medidores fijos que se actualizan cada diez minutos y no nos quejamos de ese control porque, al final, ello va a conllevar un beneficio para la salud de los ciudadanos”, explica el alcalde villanovense, Gabriel Fajardo, que sigue manteniendo, como la Junta, la versión de que son las 1.500 chimeneas de tiro abierto en domicilios las que provocan los altos niveles de polución, y no la orujera, como asegura parte de los vecinos.