Villanovenses piden empatía para rebajar la contaminación

Manifestación con unos 3.000 asistentes, según los convocantes

17 nov 2019 / 18:00 H.

No esperaba esta respuesta. Ha sido un exitazo”. Así valoraba Encarnita Mora la portavoz de la plataforma ciudadana convocante la manifestación celebrada para pedir soluciones para gestionar duradero problema de contaminación que atenaza a Villanueva del Arzobispo. El mensaje principal es que necesitan “tiempo y empatía” para adaptarse a las alternativas respetuosas con el medio ambiente. El lema que se veía en la pancarta era: “Que no nos vendan humo”. La protesta, con una duración de algo más de una hora, movilizó a al menos 3.000 personas, según las estimaciones de Mora, quien dice que, a lo largo del recorrido no paraba de unirse la gente. El itinerario, con comienzo en la plaza de toros discurrió por la calle Fuensanta, la Avenida de Valencia, Doctor Blanco Rodríguez, Cantarerías, Fuente Vieja, Santo Reina, la Avenida de la Constitución y la Plaza Mayor. Al término de la marcha Fuensanta Arroyo leyó un manifiesto. También se repartieron octavillas. Entre los presentes había vecinos a título particular y miembros de colectivo. Según Encarnita Mora uno de los pocos políticos presentes era el concejal y exalcalde Jorge Martínez, de Agrupación por Villanueva.

Mora afirmó en declaraciones a Diario JAÉN que los vecinos están decididos a continuar con las protestas y que habrá movilizaciones, aún por concretar, con la posibilidad de acudir a los plenos. La portavoz indicó que la campaña de la aceituna, ya en marcha, agrava los problemas de contaminación, al aumentar la población y el número de vehículos en el municipio. También lamentó que las autoridades y los partidos no hayan tomado cartas en el grave asunto a pesar de los reiterados avisos lanzados desde la Unión Europea.

Las octavillas defendían la unidad del pueblo frente a la contaminación y por el uso responsable de la biomasa, la información clara a la ciudadanía, una solución justa para todos, la flexibilidad de la normativa “sin atropellos” y la transparencia por datos de salud. En cuanto al manifiesto, contraponía la situación de hace unos años, cuando el pueblo aparecía en los noticiarios por sus bondades medioambientales y por el aprovechamiento de subproductos del olivar, así como modelo por su fórmula para calentar los hogares con el deterioro actual. También denunciaba que hubo subvenciones para instalar calderas sin avisar de que se rebasaban los límites permitidos por Europa. Además se recogía que en verano empezó el plan de acción severo que planteaba cambiar los sistemas de calefacción, so pena de sanciones, sin ponerse en el lugar de los vecinos, máxime cuando en 2022 saldrá otra normativa. “Nos sentimos engañamos”, apuntaba el escrito. Quienes secundaron la movilización defienden que se les dé el tiempo necesario para hacer bien las cosas bien, con una apuesta por las energías limpias y renovables. “Seguiremos los consejos de cómo utilizar la leña y el hueso para hacer un uso responsable de la materia prima”, indicaba el manifiesto. Para acabar, se reclamaban que las soluciones propuestas por la Administración sean justas, pues el compromiso para atajar el problema debe ser de todos.