Homenaje a toda una vida dedicada a la cooperativa

Baldomero deja de ser el presidente de “Virgen del Rosario”

05 ago 2019 / 11:14 H.

La cooperativa Virgen del Rosario celebró recientemente elecciones para renovar sus cargos orgánicos y dio el relevo al que fue uno de los más veteranos presidentes del mundo cooperativo en el ámbito del olivar, Antonio Lara Díaz, que tras 41 años abandonó su puesto al frente de esta entidad.

Ha sido casi toda la vida de esta empresa bajo mandato del veterano olivarero, pues se fundó pocos años antes, concretamente en 1961. Su primer presidente fue José Pellón de Velasco, al que le acompañaron en el proyecto otros 33 socios fundadores como cooperativa “Agraria y de préstamos”, siendo la primera cosecha de 962.135 kilos. Se instalaron en lo que fue un antiguo molino de harina situado en la calle Perales, dentro del casco urbano. Al fallecer el presidente fundador, se convocaron elecciones y es cuando inició la andadura en la presidencia de Antonio Lara, conocido popularmente como “Baldomero”. Una historia que, desde el origen, fue de crecimiento, sin dejar de lado una filosofía de cercanía y familiaridad. El hasta ahora presidente presume de humildad, de llevarse bien con todos y de contar con el respaldo de la mayoría durante su gestión. Dice que eso fue lo que le mantuvo en el cargo que ahora deja en manos de Gonzalo Navarrete, un agricultor joven y que llega con ganas de mantener la trayectoria ascendente de esta cooperativa.

Le acompañan en esta nueva andadura un total de siete personas, entre las que hay tres mujeres, lo que demuestra que se incorporan cada vez más al mundo cooperativo en puestos directivos. Se tratan de Manuela Lara, María Torrente e Irene Gómez, completando Francisco Céspedes, Juan Torres, José Torrente y Rafael Raya. Un equipo que reduce la media de edad del consejo rector para aportar nuevos aires. De ellos, partió la iniciativa de ponerle nombre a la plaza principal de las actuales instalaciones de la cooperativa. Así, se ha bautizado con el nombre de “Plaza Antonio Lara Díaz”, donde se descubrió un azulejo que el mismo homenajeado destapó con el aplauso de multitud de compañeros, entre los que estuvieron los presidentes y representantes del resto de cooperativas aceiteras del municipio, también del Ayuntamiento y, por supuesto, familiares y cooperativistas, dirigiéndose a los presentes el actual presidente para agradecer a “Baldomero” su trayectoria y trabajo en la empresa.

Fue una forma de dar las gracias al veterano dirigente, que recuerda grandes anécdotas y el esfuerzo que supuso el día a día de esta sociedad, que siempre caminó de forma independiente y que afronta el presente y futuro bajo la atenta mirada de grandes grupos cooperativos, que ya en varias ocasiones han llamado a sus puertas para que se integre en algunos de ellos. Asegura que siempre le salieron las cuentas, que les fue bien. Pero Antonio es consciente de que la unión del sector es necesaria en la actualidad. Asegura que seguirá ligado a la cooperativa, porque los intereses colectivos son los suyos como socio de la misma, afirmando además, que queda a disposición de quienes ahora toman las riendas.