Villacampo del Moral: una festividad rebosante de vida gracias a un esfuerzo conjunto

El núcleo, perteneciente al municipio de Huelma, vivió durante el fin de semana sus fiestas, organizadas con cariño y dedicación conjunta

13 ago 2024 / 07:00 H.
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Villacampo del Moral, perteneciente a Huelma, rebosó felicidad y hermandad gracias a sus fiestas, que tanta gente de distintos puntos de la geografía congrega. Este núcleo tan sólo cuenta con tres personas que habitan de forma continuada durante el año, aunque los fines de semana y festivos aumenta el número con la llegada de vecinos que cuentan con una vivienda entre sus calles. Asimismo, en el mes de agosto, familias enteras visitan esta aldea, entre otras cosas, para disfrutar al máximo de unos días festivos y de convivencia. Desde hace una veintena de años tienen lugar estas fiestas, ya que anteriormente estuvieron muchísimos años sin celebrarse. Gracias a la aportación de muchos vecinos, consiguen año tras año deleitar a todo aquel que decide acercarse. Cercanía y familiaridad hacen que sea un lugar único en el que pasar unos días.

En esta ocasión, las fiestas arrancaron con la celebración de una tradicional misa en honor a la Santa Cruz de las Misiones y a los vecinos ya fallecidos. Al finalizar la jornada religiosa, la mayoría de los presentes se dispusieron alrededor de una barra, llevada por la Cofradía del Santo Sepulcro, para disfrutar de unos exquisitos aperitivos y una bebida fresca. Durante el resto del día, las actividades continuaron con la fiesta de los colores que estuvo amenizada por un disyóquey. Muchos asistentes se reencontraron después de mucho tiempo y disfrutaron al máximo durante el transcurso de la tarde. Por la noche, la alcaldesa, Ana Guzmán Cano, saludó a los presentes y, a continuación, se pronunció el pregón de la mano de José Moreno Justicia. La elección de rey y reina de las fiestas, junto a la discoteca de verano, puso el broche de oro a este primer día.

Los niños fueron los protagonistas de la segunda y última jornada, puesto que por la mañana disfrutaron de unas cucañas. Todos participaron en esta iniciativa tan divertida y entretenida. A mediodía, la gran fritura de papas con huevos al estilo villano fue el centro de atención, puesto que todos los presentes degustaron un plato que siempre triunfa. Por la tarde, tuvo lugar el tradicional concurso de postres caseros. Hablar del Jaén desconocido es ahondar aún más en el Jaén siempre rural, porque si a veces no sabemos de la existencia de nuestros propios municipios, menos aún de aldeas recónditas.

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