Valeriano Martín: “Intenté ser el alcalde de la gente de Alcaudete”
El alcalde deja la política tras 14 años como máximo responsable municipal
ALCALDES QUE NO REPITEN
—Son 14 años en la Alcaldía. ¿Por qué toma la decisión de no presentarse?
—Creo que en la vida tan importante es llegar como saber irse, y las personas cumplimos ciclos, en todos los sentidos, y uno tiene que saber que una sociedad tan cambiante como la que vivimos tiene una regeneración natural. Llegué al Ayuntamiento hace 20 años, y luego por circunstancias llegué a la Alcaldía y me he quedado 14 años como alcalde. El año pasado cumplí la edad de jubilación y creo que es el momento de marcharse. Al final, uno también tiene esa sensación de que un ayuntamiento, como es un proyecto tan importante, es siempre una misión inconclusa, inacabada, siempre hay cosas que hacer. Por lo tanto, es el momento de marcharse, irse a casa, y dejar que una nueva generación, nuevas personas, nuevos proyectos, nuevas ideas sean las que tomen las riendas de un pueblo tan fantástico como es Alcaudete.
—¿De qué proyecto se siente más orgulloso en estas 3 legislaturas y media de mandato?
—Al final creo que he intentado ser el alcalde de las personas, de la gente. Nunca he pensado en criterios económicos, ni sociales. Por supuesto tampoco en criterios partidistas. Yo cuando he propuesto proyectos para mi pueblo siempre he pensado en personas que tienen un problema y que acuden a su ayuntamiento para que se lo resuelva. Siempre ha sido lo más importante. Esto ha tenido como consecuencia que hemos actuado prácticamente, en estos 14 años, en todos los barrios, en todas las calles, en todas las zonas, y eso conlleva una enorme satisfacción, ya que uno pasea por los numerosos espacios públicos del municipio de Alcaudete y, de alguna manera, el esfuerzo de toda la sociedad se refleja en esos cambios permanentes, innovadores y de transformación. Me quedo con un cambio enorme en el paisaje urbano, en el paisaje social, que no tiene nada que ver con el que había. Somos un pueblo mucho mejor preparado que antes para todo lo que está por venir que es un reto apasionante.
—En lo personal, ¿qué le hace sentirse orgulloso?
—Personalmente, quisiera dar las gracias al pueblo de Alcaudete. Me siento a veces un poco abrumado en la calle, con las personas, porque todo son palabras de gratitud, de cariño y de afecto. Y eso no tiene precio, es lo que me llevo.
—¿A qué va a dedicar su tiempo tras las elecciones?
—Quiero fundamentalmente retomar mi vida normal. La vida política es muy bonita, ser alcalde es algo maravilloso, pero también, si te lo tomas como debe ser, como servicio público, es algo que no tiene horas, no tiene fin de semana, no tiene muchas veces vida privada. Tiene un coste familiar alto, y tus seres queridos de alguna manera lo sufren. Por lo tanto quiero recuperar un poco el tiempo perdido en ese sentido. Recuperar la normalidad de mi vida con mis hijos, con mi pareja. Siempre he sido un lector empedernido, y quiero volver a poder dedicar mi tiempo a la lectura, al sosiego, a la reflexión. También he sido toda la vida muy deportista y quiero retomarlo. No descarto quizás escribir algo relacionado con algún tipo de investigación municipal relacionado con el Ayuntamiento en épocas pasadas. Estoy quizás divagando, porque no lo tengo muy claro, pero sí que es verdad que quiero tener una vida normal y eso sí, descansar.
—¿Qué le pediría a su sucesor en el cargo?
—Les pediría que sigan amando a su pueblo por encima de todo, que lo van a hacer bien seguro; que esto es una vocación de servicio; que Alcaudete, nuestro pueblo, se lo merece, y estoy seguro además que lo van a entender así. Un pueblo lleno de personas, una sociedad en permanente evolución y que necesita todo nuestro cariño porque para ellos somos su referente, somos en los que confían, y solamente se puede responder con mucho trabajo y con entrega.