Valdepeñas, con La Morenita

Procesión y fiestas en las calles del municipio de la Sierra Sur en honor de la Virgen de la Cabeza

07 jun 2017 / 10:32 H.

Actos en honor de La Morenita. La cofradía de la Virgen de la Cabeza organizó, un año más, las fiestas en honor de la imagen. Los actos comenzaron con un pasacalles que contó con hermanos de la hermandad matriz de la Hoya del Salobral y las también filiales de Frailes y Alcalá la Real, autoridades locales y la banda de tambores y cornetas “Antonio Rosales”. Todos se trasladaron hasta la parroquia Santiago Apóstol de Valdepeñas, donde aguardaba la imagen de la Virgen de la Cabeza engalanada para la ocasión.

En el interior del templo, el párroco, Ildefonso Rueda Jándula, presidió la eucaristía en honor de La Morenita. Al finalizar, el hijo del presidente, Blas Montes, dirigió unas palabras de gratitud a los cofrades y devotos. También anunció la construcción de una ermita para la imagen en Valdepeñas. Además, entregaron un cuadro de la Virgen a varios miembros de la hermandad. A continuación, se organizó la procesión con el lienzo por las principales calles del municipio jiennense. La jornada finalizó con una comida de hermandad en la Caseta Municipal, cedida por el Ayuntamiento para la ocasión.

Las fiestas resultaron ser un éxito, tal y como ocurrió el año pasado, fecha en la que la cofradía local, filial de la Virgen de la Cabeza de la Hoya del Salobral, celebró el cincuenta aniversario de la fundación de la hermandad. Es por ello que el presidente actual de la cofradía, Blas Montes, nieto del fundador, junto con la junta directiva y los cofrades afiliados, decidieron continuar con las fiestas.

Hace 51 años, en el año 1966, el valdepeñero Francisco Torres Gómez, en una de sus visitas a la Hoya del Salobral, compró unas papeletas para el sorteo de una pintura de la imagen de la Virgen de la Cabeza que allí se venera. Según contó Francisco Dios, la propia Virgen de la Cabeza quiso que él fuera el agraciado y la obra de arte con la imagen plasmada en un lienzo se fue para Valdepeñas, a casa de Francisco y María, su esposa, para quedarse con ellos. El propio Francisco Torres relataba que, aconsejado por personas de relevancia de aquella época en la Hoya del Salobral, tomó la decisión de formar una cofradía, para que todos los años, en la fiesta romera que se celebra en aquel lugar en el Cerro de la Mesa, Valdepeñas estuviera presente.

Fueron muchos los esfuerzos de la familia valdepeñera, que al final consiguió formar un grupo numeroso de personas. Todos fundaron la cofradía y ayudaron a llevar a cabo el proyecto. Las hermandad consiguió en el cerro de la Mesa un solar para la construcción de una casa cofradía. Francisco Torres no escatimó esfuerzos, buscó apoyos y medios y la casa se hizo realidad. La cofradía se consolidó. Lamentablemente Francisco Torres falleció, pero dejó un legado que sus hijas y nietos han sabido continuar. El grupo sigue unido y son cerca de un centenar de afiliados que continúan con la obra del fundador.