Una vecina de Cabra llevaba tres meses muerta en su casa
La autopsia debe confirmar la identidad por el avanzado estado de descomposición
Nadie la había echado de menos mientras que su cadáver se consumía, día tras día, en su cama desde hace unos tres meses. Es el triste desenlace de una octogenaria vecina de Cabra del Santo Cristo que ha conmocionado a sus vecinos.
Fue el pasado miércoles, en torno al mediodía, cuando la Policía Local y la Guardia Civil decidieron entrar en su domicilio, tras recabar testimonios de los vecinos, como apuntan fuentes municipales. La encontraron en la cama. El cuerpo, como pudo saber este periódico, estaba en un avanzado estado de descomposición por lo que, a simple vista, era imposible realizar un reconocimiento totalmente fiable. Así, se decidió el trasladó al Instituto Anatómico Forense de Jaén para realizar que la autopsia que confirme su identidad, junto con la documentación encontrada en el domicilio. La causa de la muerte apunta a causas naturales, pero será el informe forense el que de luz a todos los interrogantes.
Una de las dudas que debe resolver es la fecha de la defunción. Y ahí es donde las primeras hipótesis apuntan a que pueda remontarse hasta mediados del mes de noviembre. Dos indicios manejan los investigadores: la última cita médica fue el 12 de noviembre, día en que también se quedaron registrados los movimientos más recientes en su cuenta bancaria. Desde entonces, no hay más señales que indiquen que esta vecina de Cabra siguiera con vida.
No tenía familiares directos y tampoco hacía mucha vida social en Cabra, como reconocen los vecinos. Fue hace unas dos décadas cuando llegó a este municipio de Sierra Mágina. Lo hizo porque conoció a un cabrileño con el que inició una relación sentimental. Esta, con el tiempo, no prosperó, pero ella decidió quedarse a vivir allí. De hecho, hasta una casa nueva se habían construido, como recuerdan los vecinos.
En los últimos tiempos, apenas salía a la calle y mantenía pocas relaciones sociales con sus vecinos. Solo salía para realizar alguna compra en una tienda, cuya dependienta, como explican fuentes municipales, fue una de las que dio la voz de alarma de su ausencia. Pero nadie sabía si, quizá, se había marchado de viaje. Pero no. No ayudó tampoco a que la echaran de menos los meses de invierno, con días más cortos y fríos, en los que la gente se resguarda más en sus domicilios.
Ahora, las sensaciones en Cabra del Santo Cristo van de la sorpresa al desasosiego y tristeza. Los vecinos reflexionan sobre la soledad de los mayores y la tristeza que dejan situaciones como la que se acaba de conocer. De hecho, en España, son cada vez más frecuentes los casos así. Hace apenas una semana, en Orense, hallaron a una mujer de 61 años fallecida también en su casa. Un hijo que reside fuera fue el que dio la voz de alarma al no tener noticias suyas ni responder al teléfono. Más grave fue el caso de otra mujer, una septuagenaria, cuyo cadáver encontraron en su casa en Valencia cuatro años después de su muerte natural. Nadie la había echado en falta.