Una temporada “nefasta” de setas por la falta de lluvias

Las primeras heladas están llegando a las sierras jiennenses y, con ellas, las pocas esperanzas que quedaban entre los aficionados a la micología de recoger setas esta temporada se desvanecen. La falta de lluvias no ha posibilitado que lleguen a salir en prácticamente ningún sitio y, aunque empiece a llover ya, con el frío, tampoco podrán crecer. “Un compañero de la zona de Segura, de Siles, me ha dicho que ya han caído un par de escarchas y estamos a 8 de noviembre —por ayer—, en cuanto se quede raso, es fácil que hiele y se paralice todo”, reconoce Juan de Dios Reyes, presidente de la Asociación Lactarius, colectivo que reúne a más de un centenar de aficionados en la provincia. “La única esperanza es que llueva durante los próximos días y, en Sierra Morena, donde las temperaturas son más suaves, sí que salgan”, añade. La temporada, de esta forma, solo puede definirla como “muy mala”, algo que ya adelantaba el delegado de Medio Ambiente, Juan Eugenio Ortega, a este periódico, a mediados de octubre, por la falta de lluvias.

Y se agudiza así una tendencia que arrastran desde hace dos años: “Ya 2015 fue bastante mediocre y, el año pasado, por las pocas lluvias, fue malo. Estamos cabreados, no recordamos temporada tan mala como esta”. Y no solo ocurre en Jaén: “No solamente estamos así en la provincia, en ningún sitio de España hay setas. En el norte, la temporada es también muy mala. Ha llovido muy poco en zonas con una pluviometría habitual muy alta y estas se comportan peor. Aquí estamos más adaptados”. “En la zona de la cornisa cantábrica están alarmados en este sentido”, apunta.

“El hielo y la sequía son los enemigos de las setas. Para que salgan, necesitan humedad y buena temperatura, entre los ocho y diez grados es la idónea”, asegura. “En San Lucas cayeron unos 25 litros y, después, volvió el sol y el calor, demasiado”, explica. “Con las lluvias del fin de semana pasado, esperemos que, cuando pasen unos días, salga algo en las riberas”, añade. “Jaén tiene muchos hábitats, zonas muy extensas. No solo las sierras de Cazorla, Segura y Las Villas, también están las dehesas y las riberas de los numerosos ríos”, añade. Y hasta el omnipresente olivar: “En los últimos años, desde que se han dejado de labrar, aparecen más y, en los restos de poda, que se dejan picados sobre la tierra, aparecen hongos saprocitos”. De hecho, como explica, hay identificadas en la provincia más de 2.000 especies de hongos: “No significa que existan más que en otra provincia cercana, no hay exclusividad geográfica, lo que ocurre es que aquí llevamos investigando desde hace muchos años”.

Este colectivo, que nació a finales de los años 80, organiza cada año una exposición micológica en diciembre en la que, como explica Juan de Dios Reyes, pueden llegar a mostrar alrededor de cien especies de setas y hongos. Para este año, ya tienen fecha reservada para los días 2 y 3 de diciembre, en la sala Miguel Castillejo de CajaSur, de la capital. La conferencia, si no hay cambios, como destaca el presidente de Lactarius, la ofrecerá un micólogo francés de origen español. Ahora solo falta que llueva algo para que puedan recoger ejemplares para mostrarlos en esta actividad didáctica: “Vamos a tocar madera”, dice Juan de Dios Reyes.