Una sepultura para cerrar la herida de Loma Candelas

Un equipo de tres personas, formado por dos arqueólogos y un antropólogo es el encargado de unos trabajos con los que se pretende poner fin a un triste capítulo de la histórica de Marmolejo, la violenta muerte de “los cinco de Loma Candelas” a los que se quiere dar digna sepultura. Eran cuatro maquis y el casero de la finca de este paraje. Los acribillaron a tiros. Unos veinte guardias civiles, llegados de varios puestos de la comarca, rodearon el cortijo y, tras un primer tiroteo, en el que lanzaron granadas contra la casa y usaron a la mujer y a una de las hijas del guardés, uno de los dos marmolejeños del grupo, como señuelo, los obligaron a salir y, de esta forma, los tirotearon. Las víctimas de “las fuerzas represivas” fueron Juan Cachinero Montero, de Cardeña, que se cree que recibió sepultura en su pueblo; los hermanos Mateo y Manuel Alcalá Cabanillas, del municipio cordobés de Bujalance, y, de Marmolejo, Baldomero Arévalo García y Ramón Lara Gómez, este último, el guarda de la finca.

El concejal de Obras Públicas, Servicios, Cultura y Patrimonio Histórico, Rafael Valdivia, explica que, en el primer día de excavaciones, ayer, se logró llegar al primer nivel. La buena marcha de las labores arqueológicas hace pensar que, esta misma semana, es probable que puedan separarse los huesos de forma individual, paso previo a su traslado al laboratorio para el cotejo de los restos con las muestras biológicas de la familia. Esta parte es clave y ejemplifica la necesaria colaboración de los seres queridos de las víctimas de la represión franquista. El responsable municipal deja claro que, antes de dar cualquier paso, se habló con los allegados y estos mostraron su disposición e interés. Un posterior acuerdo plenario de la Corporación, alcanzado por unanimidad, dio mayor legitimidad a esta iniciativa, impulsada por el actual equipo de Gobierno socialista. “Buscamos cerrar una herida que creemos que continúa abierta”, reflexiona el concejal. No es una percepción exagerada si se tiene en cuenta que, en Marmolejo, todavía viven descendientes directos de los que murieron a manos de la Guardia Civil y también vecinos con lazos de sangre con los propios agentes del Cuerpo. El capítulo de Loma Candelas se remonta al 8 de enero de 1944, con lo que está a punto de cumplirse el 72 aniversario. Los primeros pasos para recuperar la memoria de los guerrilleros y el hombre que les dio cobijo los dieron, en 1986, el PSOE y la UGT. Recientemente, la Dirección General de Memoria Democrática de la Junta autorizó la exhumación de los cuerpos.