Una parada ineludible

Los cazalilleros respaldan la idea de Diario JAÉN y lucen con orgullo su medalla

30 ago 2017 / 10:48 H.

Ala izquierda de la nave central de la parroquia de Santa María Magdalena de Cazalilla, existe una sencilla capilla en la que resplandece la Virgen de la Cruz, la patrona de este rincón de la Campiña, la madre de los cazalilleros. Muchas veces ha salido en las televisiones esta iglesia y su torre, cada 3 de febrero lo hace a vueltas de su tradición de la pava por San Blas. Esta vez está el foco sobre ella, pero por otra razón: la devoción de este pueblo por esta imagen. Con apenas un siglo de historia, no destaca por sus valores artísticos pero sí está sobrada de cariño y fervor que le profesan estos algo más de 800 vecinos por ella. Buena muestra de ello es el grupo parroquial formado en torno a la patrona, que toma nuevos bríos para trabajar por su conservación y difusión. Como buen ejemplo, es la última restauración. Durante algo más de tres meses, dos hermanas de Úbeda, Laura y Esther Moreno, devolvieron todo su esplendor a la escultura. Mucha gente ha colaborado para reunir la financiación para estos necesario trabajos y ahora emprenden una nueva campaña para rehabilitar su capilla.

Todavía con el sabor de sus Fiestas del Emigrante, en las que se honra a la Virgen de la Cruz y San Blas con cientos de cazalilleros que vuelven a su tierra desde media España, la rutina y el ritmo cotidiano se reconocen detrás de cada esquina. Muchos de los visitantes han vuelto a partir tras un agosto de reencuentros y alegrías y la cuenta atrás para la siguiente ocasión ya está en marcha. Pero sin pensarlo dos veces, los vecinos, con su alcalde a la cabeza, Manuel Jesús Raya, y los representantes de la parroquia, con el sacerdote Miguel Ángel Solas al frente, apoyaron la presentación de la medalla de la patrona que ha editado Diario JAÉN exclusivamente para Cazalilla. Esta iniciativa forma parte del recorrido de las grandes devociones populares de la provincia que realiza el periódico de mano de la Diócesis de Jaén y Caja Rural. La cita se celebró en el salón de plenos y el director, Juan Espejo, explicó el sentido de esta apuesta: estar cerca de cada pueblo de Jaén, de mayor o menor población. Una parada en Cazalilla y su Virgen de la Cruz, dijo, era ineludible en este ruta de devoción por Jaén. “Siempre hay lugar en las páginas de un periódico para los grandes acontecimientos, pero también para la fe, la devoción y el fervor por patrones como la Virgen de la Cruz, y aquí estamos”, reconoció. Por su parte, el párroco, Miguel Ángel Solas, recordó que esta es la primera medalla que se hace con la imagen ya restaurada. “La Virgen de la Cruz se lo merece”, añadió.

El grupo parroquial estuvo representado por Damiana López y Maite Tello, que agradecieron la iniciativa por la patrona, por difundir esta devoción por la que trabajan llenas de ilusión y recordaron el apoyo que han sentido del pueblo en todo momento. Asimismo, el alcalde, Manuel Jesús Raya, aplaudió la labor de difusión del periódico de tradiciones de municipios pequeños, al igualarlos con otros y respaldar sus tradiciones. Asimismo, reconoció la labor de entrega “del 200%” de los cofrades de Cazalilla.

Ahora los cazalilleros ya tienen su medalla de la Virgen de la Cruz que, por seguro, tendrán muy cerca en los próximos meses y, por su puesto, lucirán uno de los días más importantes de su calendario: el 3 de mayo. La festividad de la Cruz está dedicada a su patrona, cuando el pueblo se reúne en torno a la ermita, en la salida hacia Villanueva, para vivir intensamente su romería.

Se busca al portador de la papeleta número 427
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Doce días han transcurrido desde el sorteo de un cuadro de la Virgen de la Cruz de Cazalilla y todavía no ha aparecido el agraciado. El grupo parroquial puso en marcha esta iniciativa, durante la Feria del Emigrante, para recaudar fondos tras la reciente restauración de la patrona y la que se realizará en su capilla. El sorteo, como recuerda la presidenta, Damiana López, fue el 18 de agosto y la persona que posee el número 427 todavía no se ha identificado. Vendieron, en tan solo tres días, hasta 200 papeletas.

Parte imprescindible para que este sorteo se pudiera realizar y, sobre todo, conseguir fondos para las actividades del grupo parroquial fue Francisca Granados, hermana de la Virgen de la Cruz, que donó la lámina, la enmarcación y las papeletas.