Una fiesta solemne y diferente

La iglesia llena, respetando la distancia, celebra el día grande de su patrón

25 jun 2020 / 16:37 H.
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Es difícil, muy difícil, no caer en la tristeza en días tan señalados como este con los tiempos tan grises que corren. La covid-19, ese virus que tiene en jaque a prácticamente todo el planeta, ha cambiado la manera de vivir el día a día y, poco a poco, la gente se debe acostumbrar a esta “nueva normalidad”. El día de San Juan es especialmente señalado en el municipio de Navas de San Juan —ya el propio nombre del pueblo da la pista—. Son muchos los vecinos que esperan con ganas esta celebración, tradicionalmente, una semana de festejos que se celebran desde 1808 en honor del patrón del pueblo. Sin embargo, este 2020 no pudo ser así. El coronavirus no entiende de fiestas patronales, ocio, tradición o territorios. Ha quedado demostrado que no existen fronteras para esta enfermedad y un municipio pequeño como es Navas de San Juan debe mantener la misma prudencia que cualquier otro. Es por esto que la celebración en honor de San Juan Bautista tuvo que reducirse a una única eucaristía, eso sí, de lo más especial.

Los naveros están orgullosos de su patrón y de sus fiestas, algo que quedó demostrado en una mañana en la que hasta el horario era diferente al habitual, ya que le misa suele celebrarse por la tarde justo antes de la procesión. Con todo, los vecinos de Navas llenaron la parroquia hasta el máximo de aforo permitido para acompañar a San Juan Bautista.

La estampa, por tiempo que pase, no deja de ser llamativa y curiosa para muchos. Es normal que cualquiera se extrañe al ver un templo entero, o cualquier otro lugar, lleno de personas con mascarillas. La seguridad de todos es lo primero. Con tres personas con banco, excepcionalmente cuatro si pertenecían a la misma familia, y algunos vecinos rezagados al fondo de la iglesia de pie, siempre respetando la ya tan sonada distancia social, los naveros pidieron a su patrón el fin de esta pandemia en una celebración solemne, pero que no se dejó contagiar por el ambiente amargo de estos días, si no en la que, por contra, se respiró cierta alegría en diferentes momentos de la eucaristía.

Grandes responsables de esto fueron los integrantes del coro, ubicados en las primeras filas de la parroquia, embellecieron con sus voces, acordes y melodías una celebración que no supo a poco. La misa oficiada por el párroco Pedro Miguel Román Sánchez fue amena y esperanzadora.

El momento más emotivo llegó al final de la celebración cuando todos los asistentes entonaron, a una sola voz, el himno de San Juan Bautista y finalizaron el acto con un sonoro aplauso que retumbó en todos los pilares del templo.

El alcalde del municipio de El Condado, Joaquín Requena, comentó la tristeza que supone para todos las decisiones que se están tomando en cuanto a la cancelación de las celebraciones. Pese a ser algo que se debe hacer así, no quita la sensación tan mala que produce, pero la prudencia y es lo principal para ayudarse unos a otros y vencer al coronavirus.

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