Una cogida hace saltar las alarmas

Último gran encierro en Santiago de la Espada con las reses bravas de “El Zorro” y todavía muchos con el susto metido en el cuerpo tras lo sucedido antes de que la tercera suelta de animales por las calles del pueblo comenzara. El lunes, muchos de los presentes en el encierro tuvieron el corazón encogido por más de dos minutos cuando a escasos metros de llegar a Santiago de la Espada, un toro de la manada de reses que subía por el campo escoltado por los caballistas y aficionados se fijó en un grupo de personas que intentaba refugiarse tras unos árboles.

El animal arremetió en carrera contra este pequeño grupo y se llevó por delante a uno de los hombres, que no tuvo tiempo de subirse ni cobijarse de forma alguna. Durante más de un minuto el hombre estuvo a la merced del toro y fue revolcado varios metros así como lanzado al aire hasta en dos ocasiones. Rápidamente, un nutrido grupo de caballistas acompañados con perros se abalanzaron sobre el animal para quitárselo de encima. Un vecino también se lanzó a toda velocidad con su todoterreno para intentar ahuyentar al desbocado animal.

Estas actuaciones fueron las responsables de no tener que lamentar un mal mayor. Milagrosamente, y pese a lo aparatosa de la cogida, este cordobés casado con una vecina de la aldea Poyo Catalán, que disfrutaba de sus vacaciones, “solo” salió con magulladuras y contusiones por los golpes recibidos, pero el toro no le hirió con sus astas en ninguna de las embestidas. Ayer, desde el mediodía, tuvo lugar el cuarto y último encierro en Santiago de la Espada, sin ningún incidente que resaltar para poner fin a unos de los festejos más populares de la Sierra de Segura. Por la tarde, se dio suelta desde el cajón a una becerra, solo para las mujeres del pueblo, que puso la nota de diversión en una jornada muy especial.